Posponer las elecciones por la pandemia
El Instituto de Medición y Evaluación de la Salud, IHME por sus siglas en Inglés, reconocido centro independiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, realiza rigurosas y comparables mediciones de problemas de la salud mundial. Sus estadísticas son referentes importantes para las decisiones de las autoridades sanitarias en países con riesgos de salud pública.
Su proyección de la Covid-19, actualizada el 29 de junio, pronostica una preocupante estadística de la pandemia en Venezuela. De materializarse, elevaría, para el primero de octubre, a 50 mil el número de infectados y a 2.900 los fallecidos, éstos, a razón de 156 cada día. En cuanto a recursos hospitalarios, destaca la crítica insuficiencia de unidades de terapia intensiva y otros medios imprescindibles.
Los pronósticos que hacen nuestros epidemiólogos y otros calificados médicos venezolanos son aun más preocupantes que las previsiones del IHME.
Luce un acto de irresponsabilidad que las autoridades del recién impuesto CNE convoquen a un proceso electoral, a desarrollarse desde ahora hasta el próximo seis de diciembre, desestimando estas concretas advertencias de amenaza para todos. La realización de elecciones implica, por su naturaleza, actividades que forzarían el incumplimiento de las normas de prevención de la pandemia.
El riesgo de propagación podría agravarse aun más por la intensidad de un proceso electoral a realizarse en solo cinco meses. Improvisado en tiempo menor al pautado por la Ley Orgánica correspondiente. Huelga agregar que el régimen sabe y tiene cómo aprovechar las condiciones prevalecientes y el bajo ánimo para participar de la ciudadanía que, además de enfrentar la pandemia, ve agravado su empobrecimiento por las limitaciones de trabajo e ingreso que ésta le ocasiona.
Por un mínimo sentido común, esta elección debe postergarse. Es lo que debe exigirse. Su convocatoria es una manifestación de calculada negligencia del régimen. Pero para el país entero, representa una amenaza con advertidas consecuencias de daño humanitario.