Maracaibo entra en «fase oscura» tras pasar de crisis eléctrica a foco de la pandemia: El País
El estado Zulia ha entrado en una fase oscura tras pasar de una crisis eléctrica a ser el foco de la pandemia por covid-19 en el país. De estar casi dos meses con solo 6 casos, ahora cuenta con 1.200, siendo la entidad con más contagios.
Maracaio, epicentro de casi todas las disfunciones de Venezuela, sufre hoy también las consecuencias de la férrea cuarentena y el cierre de su principal mercado Las Pulgas, donde se detectó un foco a finales de mayo. En las imágenes que comparten los trabajadores del sector sanitario se ven pacientes que caen de las camillas conectados a bombas de oxígeno en medio de un pasillo, otros en los que denuncian que los cadáveres pasan horas antes de ser retirados a la morgue.
“Hay un solo centro, que es el Hospital Universitario, con muchas falencias, con muchos problemas técnicos como que no llega agua por tuberías que no tiene las condiciones para atender y donde solo hay ocho camas de terapia intensiva con ventiladores [respiradores]. También se ha hecho un manejo policial de la epidemia, a la gente la buscan en sus casas para llevarlas a la fuerza a moteles o a los centros de salud en terribles condiciones. Los pacientes se están escondiendo”, dice un neumólogo de Maracaibo, que prefiere no identificarse por temor a represalias.
A su celular llegan fotos de las radiografías de tórax de pacientes que se niegan a pisar un hospital al que solo llegan cuando están muy graves. Son los que también han agotado en la ciudad los medidores de saturación de oxígeno, agrega el médico, para evadir la atención gubernamental. “La alta mortalidad que tenemos viene del ambiente policial que se ha creado”, opina el médico con preocupación. “En Maracaibo no hay ningún punto donde no haya un caso”. Y muchos, de acuerdo con lo que cuentan vecinos de varios sectores de la ciudad, prefieren pasar la enfermedad en casa que en en un centro de salud donde poco podrán hacer por ellos o en los moteles o refugios que han dispuesto que tampoco tienen condiciones, reseña hoy el diario El País.
Los temores los ha confirmado el propio gobernador del Zulia, Omar Prieto. Hace unos días denunció que personas que han dado positivo en las pruebas se han escapado de los centros de atención y que eso era un delito, por lo que creó un grupo especial de inteligencia policial para capturarlos. “No le teman a la asistencia del gobierno. Téngale miedo al coronavirus”, dijo. El temor, sin embargo, no es exclusivo de este estado. En los últimos reportes el gobierno de Maduro, los voceros han insistido en que la gente acuda al médico con los primeros síntomas, pues la gente se niega a notificar y acudir a hospitales arrasados tras una prolongada crisis humanitaria. Llegan cuando están complicados a un sistema de salud que cuando inició la pandemia solo tenía 720 camas de cuidados intensivos y unos 102 ventiladores, según la Alianza Venezolana por la Salud.
José Tello, de 54 años, es paciente renal y desde febrero se dializa tres veces por semana en el hospital donde se trata la covid-19. El único ascensor que funciona en la torre de nueve pisos llega a la sexta planta, en la que inicialmente comenzaron a aislar a los contagiados pero que ante el volumen de casos han ido copando otras plantas. Su terapia la recibe en el último piso. “Todos los pacientes debemos atravesar los pisos [donde se trata la] covid para llegar a nuestra diálisis, que no podemos paralizarla. El 40% de los compañeros está en silla de ruedas y no solo debe esperar horas por el ascensor como todos, sino tiene que buscar quien los cargue por las escaleras los pisos que faltan”, se queja.