Grupo Espirito Santo de Portugal malversó fondos de empresas públicas venezolanas depositados en sus bancos
Lisboa.- El portugués Grupo Espírito Santo (GES) usó liquidez depositada en el Banco Espírito Santo (BES) por empresas públicas venezolanas, como la petrolera Pdvsa, para invertir en deuda de varias de sus entidades, que acabaron por colapsar con todo el conglomerado en 2014.
Así consta en el escrito de la acusación de la Fiscalía portuguesa en el marco del caso BES, desaparecido en la caída de 2014 en lo que se considera el mayor escándalo financiero de la historia de Portugal.
En el documento, al que ha tenido acceso Efe, se detalla que la relación entre el BES y empresas públicas venezolanas se remonta a 2008, cuando una comisión mixta de gobernantes y empresarios portugueses llegó al país.
A raíz de aquella visita, el responsable del BES, Ricardo Salgado -hoy acusado de 65 delitos, entre ellos asociación criminal- logró que Pdvsa, que había firmado contrato con la lusa Caixa Geral de Depósitos para que fuera el banco que operara en su relación con la petrolera portuguesa Galp, «canalizara hacia el BES aplicaciones de tesorería de bancos públicos venezolanos».
También de «empresas públicas subsidiarias de Pdvsa, de empresas ligadas a la electricidad y de fondos de desarrollo local que operaban con ingresos petrolíferos», apunta la Fiscalía lusa.
Las principales cuentas del grupo Pdvsa se centralizaron en 2011 en la sucursal que poseía el BES en la zona franca del archipiélago luso de Madeira y, «por determinación de Ricardo Salgado», «tanto el área comercial» de la citada sucursal como el departamento financiero del BES «dirigieron la liquidez de las cuentas de depósitos de empresas públicas venezolanas para inversiones en deuda de entidades del Grupo Espírito Santo».
No fue el único negocio alcanzado con empresas venezolanas, al que se vendieron «servicios de crédito documental».
También, entre 2008 y 2014 el BES concedió «líneas de crédito a Pdvsa, a la subsidiaria de ésta que funcionó como central de contratación de bienes y servicios, la Bariven, a Electricidad de Caracas, al Banco del Tesoro, al Bandes y al Banco Ex».
Las informaciones sobre los negocios con empresas venezolanas ocupan apenas unos folios dentro del escrito de acusación de la Fiscalía lusa, que consta de más de 4.100 páginas, en las que desgrana las prácticas que llevaron al colapso del BES, tras haber sido utilizado para tapar la crítica situación financiera del Grupo Espírito Santo, al que pertenecía.
La extensión de estas operaciones, así como una eventual responsabilidad delictiva, será investigada en una causa separada de la que pueden derivarse delitos de asociación criminal, corrupción con perjuicio en el comercio internacional, corrupción en el sector privado, falsificación de documentos y blanqueo de capitales.
La acusación de la Fiscalía de Portugal se emitió el pasado martes contra 18 personas y siete empresas por delitos de corrupción activa y pasiva en el sector privado, falsificación de documentos, infidelidad, manipulación de mercado, blanqueo y estafa cualificada contra derechos patrimoniales de personas singulares y colectivas.
Estos delitos, sostiene el Ministerio Público, produjeron pérdidas por valor de 11.800 millones de euros.