Exigimos respeto a la dignidad humana de los afectados por el Covid-19
En estos tiempos de coronavirus hablar de la dignidad humana retoma más vigencia que nunca. Por ende, quisiera en las próximas líneas hacer una petición pública a las autoridades sanitarias de Venezuela, sobre todo a aquellos encargados de los protocolos para evitar la propagación del Covid-19.
Con el afán de combatir la pandemia se están tomando decisiones y ejecutando acciones que violan la dignidad del ser humano. En este momento se reportan muertes de pacientes que aún no reciben el resultado de la prueba de PCR y fallecen en medio de las condiciones más dolorosas para el enfermo y sus deudos.
En este momento, a lo largo y ancho del país, tenemos a contagiados recluidos en áreas no aptas, pacientes que no están recibiendo la atención adecuada, y esto a pesar de los enormes esfuerzos de nuestros héroes de batas blancas quienes están dándolo todo por la vida de sus pacientes y arriesgando su propia salud.
Es público y notorio que la falta de espacios idóneos y de equipos de seguridad adecuados viola la dignidad de la labor que realizan nuestros médicos y enfermeras; la carencia de una inversión nacional para apoyar a los galenos venezolanos es una ofensa para todo el gremio médico del país.
Desde Caracas están pisoteando la dignidad de nuestros doctores y enfermeras. Están burlándose del dolor de los pacientes y de sus familiares; están ultrajando la dignidad de seres humanos que fallecen sin la verificación de un posible contagio de Covid-19.
Además, se viola la dignidad de aquellos venezolanos que cruzan las fronteras y son enviados a unos campamentos de cuarentena que no gozan de las condiciones mínimas de salubridad.
Y mientras esto está sucediendo, los casos de coronavirus van en aumento sin que se active un plan coherente de contingencia que permita habilitar espacios no solo para la correcta atención de los casos positivos o sospechosos de Covid-19, sino para las demás personas que presentan otras patologías o diversas emergencias de salud.
Desde la Gobernación de Anzoátegui, a pesar del cerco presupuestario y financiero el cual no es un secreto para nadie, hemos trabajado en la humanización, adecuación y optimización de áreas en centros de salud, desde el Hospital Luis Razetti hasta la red ambulatoria de la entidad han sido beneficiados con el programa Obras para la Vida. En embargo, es en Miraflores donde tienen la capacidad económica para equipar los espacios y adaptarlos a las necesidades que reclama una pandemia como la que vivimos en la actualidad.
Exijo, en nombre de los anzoatiguenses, a quienes controlan el ODDI (Órgano de Dirección de Defensa Integral) mucho mayor celeridad en los resultados del PCR, que se trate con mayor humanidad a los pacientes, que se informe a sus dolientes el estado de sus familiares, que se apliquen medios más eficientes y humanitarios para apoyar a los contagiados y socorrer en sus necesidades a aquellos que se quedan en casa esperando noticias de sus enfermos.
Sé que la pandemia no es un juego y que los protocolos de seguridad son indispensables, sin embargo las medidas no pueden matar a la humanidad, no podemos actuar con indolencia ante el dolor de pacientes y familiares, no podemos mirar hacia otro lado mientras nuestro personal de salud se las juega todas sin ninguna protección.
La dignidad humana debe respetarse con o sin pandemia, debemos ser solidarios y todo enmarcado en las acciones preventivas que son vitales para frenar el Covid-19.
De nuestra parte, con los recursos limitados que poseemos, seguimos trabajando en salvar vidas y estar al lado de nuestra gente que lucha por sobrevivir en medio del confinamiento y el hambre.