Eurodiputado Cañas: Expulsión de embajadora demuestra que las sanciones hacen daño al régimen
El eurodiputado Jordi Cañas dijo este miércoles que la expulsión de la embajadora de la UE en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa es un reto y una ofensa de Maduro a los 27 países miembros de la Unión Europea y aseveró que es muestra de que las sanciones le hacen daño a la administración de Maduro.
«La expulsión de un diplomático es una medida extrema y en este caso es un desafío, una escalada en las provocaciones en contra de quienes le hacen frente a él y a su dictadura. Esta expulsión es fruto de la debilidad y de lo que significan las sanciones, cuando Maduro decide expulsar a un embajador es porque las sanciones le están haciendo daño al régimen», dijo en entrevista en Tv Venezuela.
A la vez que calificó la medida como una «burla» al estado de derecho y para las relaciones internacionales. «La expulsión es fruto de la decisión del Parlamento Europeo de aumentar las sanciones de los miembros del régimen como Luis Parra y otros miembros. La UE ha tenido una actitud muy firme porque hace trabajos muy importantes contra el régimen».
Cañas destacó que espera que haya «reciprocidad» y que los representantes de Maduro sean retirados de la UE. «Algunos hemos propuesto que se evalúe la posibilidad de retirar credenciales a alguien que no tiene legitimidad democrática como Maduro, porque la legitimidad la tiene la AN y Juan Guaidó hasta que no se realicen elecciones libres».
«Las credenciales deberían ser fruto de la AN y no de quien usurpa la presidencia, Maduro no debería tener ningún trato diplomático, pero estas relaciones se tienen con los estados y yo espero que se haga inmediatamente porque debe responderse de forma firme ante la provocación de un dictador».
El eurodiputado resaltó que Maduro tomó esta medida porque está nervioso por los activos de los integrantes de su administración. «Las sanciones han servido, el régimen está nervioso, porque a los dictadores, a los ladrones cuando se les toca el dinero y los recursos en el exterior les preocupa mucho, porque saben que sus días políticos están contados».
«Los dictadores siempre tienen sus días contados y se preparan para el día después. Cuando les congelan los activos están muy preocupados y nerviosos porque necesita apuntalarse, el régimen está putrefacto, muestra una fachada, pero por detrás está apuntalado».
«Necesita llegar a unas elecciones y seguir violando la democracia para justificar la legitimidad, pero hay que dejar claro que esas elecciones no tienen ninguna garantía democrática (…) La comunidad internacional no aceptará unas elecciones falsas por mucho que prepare, controle y modifique», sentenció.