Del misil toponímico
Son decidores el Libro del Génesis y hasta “Cien años de soledad” del Gabo. La designación de los lugares deviene pertenencia e identidad.
No se atrevieron al principiar el régimen. Ahora quieren renombrar todo los rincones del país.
Renombrarlos significa la deliberada implosión del sentido de pertenencia y de identidad venezolanos. Es un misil toponímico probado ya con El ävila y el estado Vargas para no mencionar una importante autopista caraqueña.
Lo pretenden con el estado Miranda en una apuesta de largo plazo. La psicología social y la antropología cultural se ofrecen como un arsenal perverso para la toponimia socialista.
Una delicada jugada de laboratorio que fracasará. Los venezolanos somos lo que somos.
Diputado a la Asamblea Nacional (Vente Venezuela – Aragua)