«Nos desalojaron bajo amenazas y violencia verbal», relata familia venezolana en Perú
La familia venezolana Uzcátegui Contreras en Perú llegó a un acuerdo verbal con su arrendatario para un plazo sobre el pago del alquiler por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, al no ser algo legal, fueron desalojados al poco tiempo.
«Nos quedamos en la calle en plena Semana Santa, el 9 de abril, apenas comenzaba la segunda extensión de la cuarentena». Los Uzcátegui Contreras relatan que el desalojo se dio entre violencia verbal y amenazas a la integridad física de los miembros de la familia.
Para esa fecha, Leo Uzcátegui, de 31 años, y padre de dos menores de edad ya tenía casi 15 días sin trabajar. Era el encargado de los servicios de entrega de un restaurante cercano al que era su domicilio, en el distrito de San Juan de Lurigancho.
Todo empezó con llamadas telefónicas acosadoras y visitas para recordar que se debían retirar. «Hasta que un día llegó el arrendador y con una enorme rabia empezó a dar patadas a la puerta. Uno de mis hijos abrió y comenzaron los gritos. Nos amenazó y nos dijo que teníamos hasta las 11 de la mañana para salir de ahí. Nos dijo que tenía 100 soles disponibles para pagarle a dos malandros, que también vivían en la pensión, para que nos sacara».
La familia decidió sacar sus pertenencias del domicilio y pernoctaron esa noche en la calle. «Ni la policía se acercó para ver qué pasaba o advertirnos que debíamos resguardarnos por el toque de queda».
Los Uzcátegui decidieron quedarse en Lima, a diferencia de otras familias desalojadas que optaron por volver a sus hogares en Venezuela, cuyos testimonios integran la historia de los caminantes que han tomado trochas y caminos verdes para retornar a Venezuela, reseña Venezuela migrantes.
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