«Llevo cinco días en cola para poder entrar al país», migrante venezolana a La Nación
Cientos de venezolanos que esperan, bajo el sol abrasador de la zona, para cruzar el puente internacional Simón Bolívar y así retornar al país.
Algunos llevan siete días durmiendo en la calle; otros suman cinco o cuatro. A la autopista que conecta con la localidad comercial neogranadina no cesan de llegar venezolanos. La fila, a simple vista, pareciera interminable.
Todos anhelan pasar; sin embargo, al día hay un límite establecido según lo explican en La Nación.
“Pasan 300 y, de este grupo, al día, 100 personas; otras veces, un poco más”, dijo Nidia Prato, quien arribó hace cinco días a La Parada.
“Sabía que iba a ser complicado, pero no pensé que era de esta magnitud”, agregó.
Relata que vivió siete meses en Ocaña, Colombia. Allí laboraba en una tienda de venta de ropa para niños. “Todo iba bien hasta que se dio lo de la cuarentena. Traté de aguantar, pero ya no doy para más”.
La dama, de 36 años, aspira pasar mañana o el domingo, pues ya ha avanzado en la cola que ha realizado desde hacía ya cinco días. “Acá le toca a uno tener mucha paciencia. Es duro, muy duro”.
Aunque los locales y algunas casas de cambio están abriendo, el flujo de personas ha bajado mucho. La mayoría de clientes que iban a La Parada eran venezolanos y, pese a que un grupo sigue cruzando por las trochas, no es igual a cuando el puente se encontraba abierto.
“La pandemia nos ha perjudicado enormemente. Solo pido a Dios que esto pase pronto, para que se normalicen las ventas y vuelva el ritmo de antes”, señaló el encargado de un local que prefirió no ser identificado.
Foto: La Nación