Honor a los caídos
Este 7 de junio se cumplieron dos años del asesinato de Neomar Lander, un joven de 17 años que quedó tendido en las calles de Caracas por el impacto de un proyectil en su pecho.
Los videos que circularon por las redes sociales mostraron claramente que Neomar se desplomó luego de que un objeto fuera disparado por un piquete de agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), esto ocurrió en la esquina de las avenidas Francisco de Miranda y Libertador, en el municipio Chacao.
Y al sol de hoy el régimen se ha lavado las manos, hasta le buscaron un padre falso para declarar mentiras y justificar ese acto de barbarie cometido en contra de este joven venezolano de Guarenas que cayó en la carretera luego de luchar aguerridamente, como muchos otros jóvenes venezolanos, para exigir elecciones libres, libertad para los presos políticos y restitución del hilo constitucional.
Y así como recordamos a Neomar, también queremos rendir tributo a Cesita, nuestro hermanito César Pereira, de 20 años que un 28 de mayo, también hace dos años, fue asesinado vilmente por el funcionario policial Onán Pereira. Este hecho también quedó registrado en videos de redes sociales. Allí se observa justo el momento en el cual el funcionario dispara su arma y Cesita queda tendido en el suelo, y a pesar de esta contundente e ineludible prueba, esta causa no ha logrado justicia, el juicio ha sido diferido de forma continua y al asesino lo mantienen resguardado por sus cómplices de armas en un módulo de la Policía de Anzoátegui negándose a trasladarlo a la cárcel de Puente Ayala en Barcelona, donde debería ser encarcelado para pagar por su crimen.
Neomar y Cesita son, entre muchos otros jóvenes, mujeres y hombres, nobles y valientes que aún no han logrado justicia por sus muertes, en cada uno de sus casos ha imperado la impunidad, la manipulación, los retrasos y la dilación.
Solo nombramos dos de 250 asesinados en medio de protestas, que de acuerdo a cifras de PROVEA son el total de acaecidos en medios de manifestaciones desde que Maduro asumió el poder en 2013.
Tiempo en el cual, las organizaciones de Derechos Humanos, nacionales e internacionales han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los funcionarios de seguridad. Los reportes acusan a Maduro por su respuesta autoritaria frente a la conflictividad social, por su permisividad y aliento a la comisión de abusos contra los Derechos Humanos.
Reportan que desde 1991, al menos 332 personas han perdido la vida en el contexto de manifestaciones en Venezuela. 82 de estas muertes (24,69%) se produjeron en el período comprendido entre 1991-2012, mientras que durante la gestión de Nicolás Maduro en el poder (2013-2019), sin contar 2020, se han reportado un total de 250 personas (75,30%) que fallecieron en el contexto de protestas.
Dando un alarmante resultado, en tan sólo seis años, Maduro triplicó el número de muertes registrado en los 21 años anteriores a su llegada a Miraflores.
Neomar y Cesita son los rostros que hoy le quisimos poner a esos más de 250 venezolanos asesinados por reclamar un cambio para su país, reclamar por la libertad, reivindicaciones sociales y por el retorno de la democracia, dos jóvenes heridos en el pecho, como herido está el corazón de toda Venezuela por tantos años de impunidad, anarquía, desafueros, deterioro, corrupción y abandono.
Hoy queremos honrar a todos los caídos, y en su memoria y razón de lucha, pedir que ese corazón herido se llene de esperanza y de fuerza, que nos unamos de nuevo como en 2017 para retomar la causa por la que murieron estos jóvenes.
Ciertamente el horizonte aún no está claro, pero no nos debemos dejar vencer, ni dividir, ni manipular. Si hay algo a lo que este régimen siempre le ha temido es cuando históricamente nos hemos logrado unir como una sola fuerza, y lo debemos lograr de nuevo, por ellos que ya no están, por nosotros y por nuestros hijos.
El régimen de Maduro en pleno seguirá haciendo lo posible y lo imposible para desesperanzarnos y dividirnos, ese ha sido su guion, lo hicieron con la manipulación de la falsa operación golpista, con la excesiva censura respecto a todo lo relacionado al Covid19, con el chantaje y robo que han montado con la operación de la gasolina iraní y hasta con la perversa intención de crear un falso CNE a su medida y propósitos.
De allí que nos toca a nosotros los venezolanos reunificarnos, recuperar la esperanza, creer que la mejor Venezuela es posible, latir al ritmo de un solo corazón, lograr sanar nuestras heridas para hacerle frente a esta barbárica dictadura. En el fondo de nuestros corazones sabemos que lo podemos lograr, y recordar siempre que por ello murieron Neomar, Cesita, Bassil Da Costa, José Alejandro Márquez, Geraldine Moreno, Juan Pablo Pernalete, Adriana Urquiola y otros 250 más.
@LesterToledo