El poder mediático del régimen

Opinión | junio 3, 2020 | 6:14 am.

Todos los males que padece el país le son imputados a los medios de comunicación que el oficialismo denomina “privados”. No hay día en el que Maduro, ministros y funcionarios del estado, acusen de dichos males a la prensa independiente cuando sabemos que el tan cacareado “poder mediático” del que acusan a la oposición descansa en manos del gobierno, que además de VTV, TVes, TVAN y otras televisoras regionales y comunitarias, cuenta con una inmensa red de medios impresos a la cabeza con los diarios CiudadCCS, El Correo del Orinoco y VEA, que colman todos los espacios a lo largo y ancho del territorio nacional, a los que se le suman más de 800 emisoras comunitarias.


Entonces, ¿de que “poder mediático” habla el gobierno? Se trata de una excusa para atacar a quienes se niegan a “poner sus rodillas en tierra”, ni están dispuestos a defender lo indefendible, como admitir la presencia de súbditos cubanos en la mayoría de las dependencias gubernamentales, y lo más grave aún en el ámbito militar.

Quienes detentan el poder no admiten que la función primigenia del periodismo es informar veraz y oportunamente, y que los periodistas no se deben ajustar a sus caprichosos requerimientos, y mucho menos admitir que quienes los cuestionan se conviertan en censores de su profesión. En sus verdugos.

No hay duda alguna que la crítica es su más mortal enemigo y la combaten a cualquier precio, bien cerrando un medio como Rctv, y amenazando con medidas punitivas y económicas como las del diario Tal Cual, hace un par de años, así como El Nacional.

Solo los gobiernos autoritarios imponen su voluntad sobre la Constitución y sus leyes, conculcando los derechos humanos y los procesos institucionales democráticos. Lo lideran casi siempre caudillos que luego arbitrariamente pretenden enquistarse en el poder eternamente, tal como lo pregonaba a todo gañote el finado y eterno huésped del Cuartel de la Montaña y que pretende emular con el trinar del ave que revolotea en su cabeza el avenido ilícito inquilino actual del Palacio de Misia Jacinta, Nicolás Maduro.

Los medios independientes molestan a quienes por 21 años han mantenido latente el discurso lleno de mentiras. Les molesta a estos seudo revolucionarios del siglo XXI que se presente la realidad de la tragedia que vive la nación. Les molesta que se den a conocer las cifras del desempleo; el desabastecimiento; corrupción y de todos los males que aquejan a sus ciudadanos esperanzados de una vida en paz, armonía y tranquilidad, de cuyos males permanentemente culpan al imperio de los Estados Unidos.

Les molesta que se denuncie la irresponsabilidad de quienes, creyendo que el poder les será eterno, siembran una estela de odio y resentimiento, amén de haber creado una cultura del ocio, olvidando que la división de una sociedad es un proceso –según algunos sociólogos – que una vez iniciado no tiene vuelta atrás. Ojalá estén errados. Pero lo que si es cierto, es que una sociedad llena de resentimientos es una sociedad enferma y que es doloroso y lamentable que quienes la causaron, sigan actuando sin vergüenza alguna y sin importarles el daño que están ocasionando.

Les molesta que en los medios de comunicación a los que califican de estar vendidos al imperialismo se critique la demagogia y el populismo en todos los escenarios en los que actúan, y ahora casi a diario con aburridas cadenas nacionales por TV y radio, en las que pretende Maduro emular a su “muy querido padre putativo”.

Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)

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@_toquedediana