El nefasto culto a Bolívar
Fue el eminente historiador Dr. Germán Carrera Damas quien primero estudió y denunció “El Culto a Bolívar”, que así lo bautizó en su libro homónimo publicado en 1970 (Caracas, UCV). Su clásico ensayo, portento de análisis e interpretación histórica, lo convirtió en el más importante historiador de la Venezuela Independiente.
Carrera Damas probó que Simón Bolívar es objeto de culto en Venezuela desde 1842, en una especie de “religión laica”, y su figura histórica deformada, falseada y usada como propaganda por los gobernantes de turno para legitimarse y compensar las graves carencias del país y sus gobiernos.
Ante un país en ruinas después de la terrible y desoladora Guerra de Independencia, nos consolaba sentirnos, Venezuela y los venezolanos, “Cuna y herederos del más glorioso de los Libertadores de América”. Bolívar fue elevado a “semidiós” y “guía para el presente y futuro”, comparado “como un nuevo Cristo que se sacrificó por nosotros, sus hijos ingratos, que lo llevamos a la muerte, y debemos guiarnos por su pensamiento”.
Todo este “culto a Bolívar” es propaganda política, una mitología, cuando la verdad histórica es la siguiente:
1) Bolívar no nos libertó. La Independencia, sin desconocer a sus grandes héroes, y el máximo es Simón Bolívar, fue el fruto de un esfuerzo popular ganado en años de sangrienta guerra (13 aós en Venezuela). No un regalo dado por un hombre. Bolívar fue el gran capitán y máximo conductor de los Ejércitos Libertadores. Y ganaron la independencia pero no la llbertad pues lo esclavos continuaron siendo esclavos.
Fue una tarea colectiva, popular, donde participaron miles de hombres (y mujeres), desde los más humildes soldados hasta los más aguerridos generales. ¿Quienes integraron el Ejército Libertador? Lo formaron campesinos, jornaleros, arrieros, peones, artesanos, pescadores, marineros, criadores, domadores de caballos, ex esclavos, sirvientes, albañiles, empleados, agricultores, comerciantes, profesionales, hacendados, españoles y europeos, incluidos algunos pocos militares de carrera; y hasta terratenientes. El pueblo en armas.
2) Bolívar no fue un mártir. No murió “por sacrificarse por nosotros”. Murió por una enfermedad incurable en su época (tuberculosis) y con 47 años de edad, que no todos lograban alcanzar.
3) Bolívar no murió fracasado ni dejó su obra inconclusa. Logró el pleno éxito de las independencias de Venezuela, Nueva Granada (actual Colombia y Panamá), Quito (actual Ecuador), Perú y Alto Perú (actual Bolivia). Por tanto, siempre ha sido propaganda política de algunos gobernantes atribuirse la condición de “nuevos libertadores”, “segundo bolívares” y demás insensatas comparaciones efectuadas para legitimar sus gobiernos o ganar votos. Por eso se prohibió en las primeras legislaciones electorales el uso de la figura histórica de Simón Bolívar, para evitar ventajismos, excesos y abusos, como las “cívicas bolivarianas”, financiadas con dineros públicos del “general gomecista” Eleazar López Contreras, el primero en el siglo XX que usó a Simón Bolívar con fines electorales.
(continuará…)