Después que salga Maduro, no le rapen la cabeza a Claudio Fermín
«Salir de Maduro no toca ahorita”, acaba de advertirnos el prócer.
Después de la liberación de Francia por las tropas aliadas la población dejó a unas 20.000 mujeres y otros miles de hombres con la cabeza rapada – por haber colaborado con los nazis. Fue un castigo horrible y humillante que no le deseo a nadie. Por ello, rechazo de antemano cualquier intento de dejar a Claudio Fermín con el coco liso, después que Maduro haya sido expulsado del poder. Sería demasiado denigrante y ni siquiera Fermín se merece tal castigo.
Pero algún castigo o sanción social debería recibir Claudio Fermín por decir cosas como esta: “Quisiera ser realista y decirle al país que el año próximo son elecciones de alcaldes y gobernadores, en el 2021, en el 2022, viene un revocatorio (si se recogen las firmas) y las presidenciales en el 2024”.
Así, con total impudicia, desparpajo, descaro y sinvergüencería, Claudio Fermín nos dice que debemos esperar hasta el 2024 para ir a votar en elecciones presidenciales, porque “eso no toca ahorita”.
Para este hijo putativo de Pétain la liberación de Venezuela de su tragedia “no toca ahorita”.
Ante el robo, el narcotráfico, la represión, la ineptitud, no hay que tratar de sacar a Maduro porque “eso no toca ahorita”.
Ante el hambre, la enfermedad, la falta de servicios públicos, hay que dejar a Maduro en Miraflores porque sacarlo “no toca ahorita”.
Ante el asalto a las instituciones, el colapso de Pdvsa y de CVG, no se metan con Maduro, porque “eso no toca ahorita”.
Yo propondría que tan pronto salgamos de Maduro y de su pandilla de ladrones y narcos, Claudio Fermín sea condenado a solo tres años de prisión, pero, eso sí, en una celda junto con Iris Varela y Delcy Rodríguez. Según decía Einstein, el concepto de eternidad es elástico. Pasar tres años en la forzosa compañía de esas dos damiselas es lo que cualquiera definiría como una eternidad.
Después de cumplir esa condena que dejen salir a lo que quede.