Así, así, así no se gobierna
Además de los ya conocidos frentes de controversia abiertos por el régimen a nivel internacional; en el plano interno, se suma ahora el empeño de imponerle al país un paquete de medidas incoherentes y discriminatorias que incrementarán sustancialmente la ya elevada inflación que padecemos, el endeudamiento del país y la velocidad de pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos.
Pero lo mas grave de este asunto es que se ha establecido una dolarización de facto para la fijación de los precios de los bienes y servicios que se tranzan en el país sin que al mismo tiempo se hayan dolarizado también los sueldos y salarios que devengan los empleados y trabajadores, creando de esta forma una injusta discriminación que perjudica a la mayoría de los ciudadanos.
El abusivo incremento del precio de la gasolina con sus diferentes modalidades en bolívares y dólares y en la aplicación de subsidios, es otra falla garrafal en el paquete anunciado por el régimen, puesto que tales medidas exacerbarán las prácticas ilegales en la compra venta del combustibles y en el contrabando de extracción sin resolver de manera permanente el problema de la incapacidad de las refinerías para producir la gasolina que demanda el país.
Y no sabemos, a fe cierta, para que fines se utilizarán los recursos que obtendrá el gobierno del injusto y explosivo incremento del precio de los combustibles.
Los profundos desequilibrios que experimenta la economía venezolana deberían ser abordados por el gobierno con un plan económico asertivo. Pero no imaginemos escenarios imposibles. Todos sabemos que el régimen no cambiará la actitud destructiva que ha mantenido frente a la economía nacional a lo largo de los años.
Pero es posible que el régimen postergue, hasta después de las eventuales elecciones parlamentarias, los necesarios ajustes.
Las encuestas de opinión muestran un creciente desagrado de la población por la gestión de Maduro.
Con la caída de los precios del petróleo, financiar el funcionamiento del país se hace sumamente complicado, sobre todo si le agregamos que el régimen se desenvuelve en un ambiente de franco deterioro de su liderazgo que demanda grandes recursos de financiamiento que el gobierno no dispone.
En consecuencia y ante el inminente riesgo de perder el poder, el gobierno ha decidido imponer por vía de la fuerza las medidas que supone le garantizan un importante flujo de caja para sus actividades, sin importarle los costos y las consecuencias económicas y sociales asociadas a la asunción de tales medidas.
Afortunadamente está cerca la salida de Maduro y su combo de inútiles y facinerosos y el establecimiento de un gobierno de transición que ayude a reconstruir nuestra sufrida Nación.