Washington Post: Borrell cedió ante China para acallar críticas en su contra
El rotativo estadounidense The Washington Post, reveló que el alto Comisionado de la U.E, Joseph Borrell, habría cedido a presiones de China para censurar críticas en su contra por el covid-19 que figuraban en un informe sobre la desinformación respecto a la pandemia.
“La semana pasada, una unidad dentro del Servicio Europeo de Acción Exterior dedicada al seguimiento de la desinformación completó un reporte sobre el covid-19 que describía la propaganda china y rusa. En el reporte decía que «China ha llevado a cabo una campaña de desinformación global para desviar la culpa del estallido de la pandemia y mejorar su imagen internacional».
“Cuando apareció una filtración del reporte, los encargados de hacer cumplir la ley de China se pusieron a trabajar. Según el Financial Times, dos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores llamaron a la Embajada en Beijing de la UE, mientras que un tercero contactó a la sede diplomática en Bruselas de la UE y se opusieron a la conclusión de que el gobierno chino estaba difundiendo desinformación”.
“Según el New York Times, un asistente del principal diplomático de la UE, Josep Borrell, le dijo a la unidad de desinformación que revise su informe para que se centre menos en Rusia y China. Cuando finalmente se publicó el viernes, la cuenta eliminó la referencia a la campaña de desinformación global de China, así como una referencia a un intento del embajador chino en París para desacreditar la respuesta de Francia a la pandemia”.
“Un portavoz del Servicio de Acción Exterior afirmó que había habido una «percepción errónea» de sus acciones que había habido dos informes, y que el más estricto siempre estaba destinado al «consumo interno». Eso fue difícil de acreditar, dado un correo electrónico interno obtenido por el Times en el que una analista de la U.E. acusó a sus superiores de «autocensurarse para apaciguar al Partido Comunista Chino». ¿Y por qué preparar dos versiones, si no es para evitar la ira de Beijing?”, cuestiona el Post en su editorial.