Varios temas inconexos

Opinión | mayo 12, 2020 | 6:22 am.

Empecemos con el más banal:

La ordalía en el supermercado

Hace ya bastante tiempo, cuando uno estaba en la cola de la caja, rogaba que los de adelante pagaran en efectivo, porque eso de pagar con tarjeta de débito tomaba mucho tiempo. Después fue al contrario. Uno rogaba que los de adelante emplearan dinero plástico, porque con la devaluación, si el de adelante cancelaba en efectivo, la contadera de montones de billetes hacía la cosa muy larga. Ahora, con la desaparición de los billetes venezolanos y por los tristes saldos que nos quedan en el banco después de la recontra-súper-hiperinflación — por la ideología del régimen que necesita volver pobre a toda la nación— toca pagar en billetes del imperio. Tanto que alardeaban los jerarcas rojos de que iban a destruir el dólar, y lo que han hecho es convertirlo en moneda de curso legal en Venezuela. Tanto nadar para ahogarse en la orilla.


Retomo el hilo: ahora uno lo que ruega es que el de adelante no pague en dólares. Porque los únicos que no se han enterado de que la divisa estadounidense es la moneda nacional son los gerentes de los supermercados. Primero, empezaron con lo de que: “está arrugado”, “falta una ñinguitica de papel en esta esquina”, “tiene una marca de bolígrafo” y demás pazguatadas parecidas. Ahora la cogieron con exigir que las cajeras anoten —junto con el número de la cédula de quien los entrega— los seriales de cada uno de los billetes. Eterna la vaina… Al preguntar, un gerente me explicó que lo hacen para evitar que entreguen billetes falsos. Tuve que revirarle: si lo hicieran con los de denominaciones altas, pase. ¡Pero de 1, 5 y 10! Ni el más caído de la mata se va a poner a falsificar esas denominaciones. Entienda de una vez: los dólares que circulan en los comercios son el producto de comerse los ahorros, servir y ya son moneda de uso corriente. Los únicos que andan por ahí con billetes de 50 y 100 son los corruptos rojos. ¡De esos sí tiene que cuidarse! A los del común, los que apenas logran juntar lo de comprar la comida, póngansela menos difícil…

Decreto confirma dictadura

Si todavía quedaban paniaguados que no supiesen que estábamos en cualquier cosa menos en una democracia, el lóbrego decreto que apareció recientemente en la Gaceta Oficial ha de servir para traerlos a la realidad. Les parecerá muy legal eso de que las policías rodeen barrios completos, entren en las casas sin órdenes de allanamiento y se lleven a quienes les da la gana, con razón y sin ella (más lo segundo que lo primero). Se imaginan que eso de estar sin electricidad cada nada era por culpa de El Niño, no del tarajallo que desmanda desde Ciliaflores. Veamos qué dirán al leer que continúa el estado de excepción. Por lógica, algo que lleva más de tres años, no puede ser excepcional. Ya deviene en rutinario. Y, para colmo, decretado sin cumplir con los requisitos que fija la Constitución. Lo cual hacen con absoluta desfachatez.

Todo el documento es un catálogo de lo que es el autoritarismo; en él se deja de lado los mandatos constitucionales que norman la división de poderes y su autonomía, se autoriza la intervención (aún más) en la actividad económica privada, y se desdeña la capacidad de los organismos controladores de la gestión gubernamental. Si no creen, lean donde dice que muchas de sus disposiciones: que se llevarán a cabo “sin sometimiento a autorizaciones o aprobaciones de otros Poderes Públicos”. Una descarada admisión de que “Yo hago lo que me da la gana. Y punto”. Aun así, habrá algunos mamertos que sigan creyendo que el usurpador tiene ese derecho. Que no lo tiene. Ya veremos qué van a decir cuando sientan que les arrebatan los frutos de su trabajo y les meten las garras dentro de sus bolsillos. Porque —aunque puesto con palabras edulcoradas— eso es lo que subsume el decreto: el régimen es el dueño de todo, sin importar si es público o privado. Y decide a su buen saber y entender a quién le quita y a quién le da. Es terrorífico pensar que los obesos apparatchiki, tan ávidos siempre de dinero, hayan sido autorizados para que entren en el take away mode…

Un guerrillero sensato

Joaquín Villalobos comandó facciones en la guerra civil de El Salvador en los 80 del siglo pasado. Y fue uno de los que se sentó a negociar el fin de las acciones bélicas y a construir la paz. Por tanto, sabe lo que dice cuando recientemente, después de poner varios ejemplos de conflictos en los cuales las partes negociaron y lograron la paz, se preguntó: “¿por qué razón, después de tantos años con un conflicto en Venezuela, que no es guerra, no ha habido una solución negociada, mientras, en casos más graves y complejos, esta ha sido posible?”.

Y luego se contesta: “Las negociaciones en Venezuela han fracasado porque suponen que es un conflicto entre venezolanos cuando, en realidad, se trata de un país intervenido por Cuba”. (…) Sin Maduro el régimen cubano termina y sin el apoyo cubano Maduro termina. (…) Los cubanos son el poder real en Venezuela y sin señalar su responsabilidad, sin presionarlos, sin exigirles su retirada y sin sentarlos en la mesa no es posible una negociación” (…) seguramente muchos chavistas y militares deben estar convencidos de que es urgente regresar a la democracia. El consenso internacional sobre esto es abrumador, incluso a Rusia y China les conviene. Pero Cuba no quiere una negociación, el chavismo teme a una negociación”. Además, añado yo, por un lado está una oposición que se ocupa más en ponerle zancadillas a los suyos que en enfrentar al régimen y, por el otro hay una FAN que, dirigida por Padrino y su parranda, decidieron emular la letra de Shakira: “Bruta, ciega, sordomuda / Torpe, traste y testaruda”. Así, no se va a lograr la armonía que exige la nación para poder progresar.

Por ahí andan diciendo que hay rusos cazando opositores venezolanos. No lo creo. Ya el régimen recibió órdenes de Raúl: que esa tarea se la dejen a los cubanos. Triste…

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