Sobre la gasolina iraní

Opinión | mayo 27, 2020 | 6:18 am.

Llegó la gasolina persa y esto requiere reflexión. La primera, el mito del bloqueo, porque los buques llegaron sin ningún problema, pero la oposición democrática no le ha sacado provecho al desenmascaramiento de esa falsedad del régimen.


Igualmente, que ese combustible iraní evidencia la postración de una nación con reservas petroleras gigantes, con refinerías entre las más importantes del planeta, pero que hoy están destrozadas y saqueadas, verdadera causa de la escasez de gasolina.

Otra reflexión: Irán es un país objeto de sanciones más severas que las que tiene Venezuela, producto de su alocada aspiración de desarrollar energía atómica con su correspondiente potencial bélico, pero ahora se da el lujo de enviar gasolina procesada de su industria petrolera que dicen ellos que está acosada. Este asunto entre estos dos países “sancionados y bloqueados” es paradójico e irónico.

Lo que hoy urge es que el pueblo convierta a cada gasolinera en una trinchera de lucha mediante la contraloría social. Se trata de denunciar a la delincuencia organizada que se instale en ella, esté con uniforme de guardia nacional o de policía, o con carnet de funcionario de alguna gobernación o alcaldía, o con atuendo de bolichico.

El pueblo debe hacer todo lo posible para que esa “minucia” de gasolina sea entregada a los vehículos denominados de servicios fundamentales y a las ambulancias, y también a los trabajadores del volante y a los particulares, y que eso se haga a precios accesibles.

Que no sirva esa gasolina persa para justificar, ahora sí, la dolarización” oficial” del combustible.

Que no signifique la llegada de estos buques que la gasolina valga “oro” (como dicen por ahí que gracias a ese metal se compró), y sea sólo para los dueños de bodegones y para la parranda de vivos potentados del régimen.

Es necesario desnudar a la delincuencia organizada en las gasolineras, grabar los chanchullos de militares y funcionarios, y organizar las protestas para golpear la naturaleza corrupta del madurismo,. Se trata de que el pueblo luche por mejorar su calidad de vida con más gasolina; más aún en medio de esta pandemia que obliga a cada familia protegerse y tratar de resistir el vendaval de crisis económica, más la intensificación del colapso de servicios públicos como el de la electricidad, el gas, el agua, el internet y otras calamidades

Por ahí anda Saab enarbolando la ley orgánica contra la delincuencia organizada y financiamiento al terrorismo como justificación para ilegalizar a partidos políticos. Pues bien, en una de las pocas luces de ese adefesio se puede leer artículos severos sobre la participación de funcionarios públicos y de elementos militares en la actividad delictiva. Considerando esa ley, en vez de perseguir políticos, que se enfrente a la mafia que hoy se está frotando las manos y pensando en los dólares a litro de gasolina. ¿Es que no nos damos cuenta de la intensa alegría de Vladimir Padrino con la llegada de esos barcos?

¡Dejemos de ser pendejos y sumisos!

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