OVV: La comunidad llega a confiar más en la bandas que en los policías
Roberto Briceño León, sociólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia, explicó que en comunidades de distintas partes del país el gobierno le ha cedido el control a bandas criminales para que mantengan el orden y la tranquilidad y en consecuencia, los habitantes confían más en los delincuentes que en la policía.
«El control de estos territorios, no solo de Petare sino en otras partes del país, lo tienen las bandas porque se ha dado una sustitución de las funciones que le corresponden al Estado de generar orden y tranquilidad; los han asumido los grupos criminales, lo vemos en la Cota 905, en pueblos de Miranda o Aragua. El Estado ha cedido territorio y ha perdido soberanía, se lo ha entregado a estos grupos bajo acuerdos no muy claros o pocos constitucionales a través de los acuerdos de paz», expresó en entrevista en Tv Venezuela.
«El OVV ha tenido presencia por años en estas comunidades y son zonas agobiadas, pero al mismo tiempo han presenciado una regulación de la violencia a partir de los grupos criminales; en algunos momentos confían más en estos cuerpos criminales que en los cuerpos policiales, es una población desamparadas a manos de la violencia», agregó.
Briceño refirió a los más de 5 días de enfrentamiento que se han reportado en el barrio José Félix Ribas de Petare y resaltó que son hechos que han sido ignorados por los cuerpos de seguridad.
«Las últimas noches han sido imposibles de ser ignoradas por cualquiera de los cuerpos de policías de los alrededores, es una situación de evidencia notable y la no respuesta corresponde a que el control del territorio lo tienen las bandas», reiteró.
Aseguró que en ocasiones anteriores, los vecinos de Petare han tenido que hacer doble pared o cerrar las ventanas con bloques para que no pasen las balas.
Asimismo, destacó que el Estado no ha actuado. «No han logrado entrar a esa zona, hay que señalar que la presencia de la Faes ha sido un motivo de molestia por cómo han entrado».
«Mientras que en el 23 de Enero, existe un mecanismo de control social y político, en donde el gobierno nacional perdió y no hay normalidad; no es posible hacer un cacerolazo porque los colectivos tocan la puerta o la ventana y disparan, esto genera una dificultad adicional a la crisis del país».