Inflación de abril fue de 58% y los alimentos aumentaron casi un 80%, según Econoanalítica
La inflación del mes de abril sufrió una aceleración. Se posicionó en 58%, y solo en el rubro de los alimentos, hubo un incremento en el espiral inflacionario de casi 80%, de acuerdo a cifras que dilucidó este miércoles el socio-director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
“Nosotros hacemos medición no oficial de la inflación y los números son preocupantes. Volvemos a ver una aceleración de la inflación, superior al 50%. En abril, fue de 58%, una cifra extremadamente alta. El impacto tuvo que ver con la fuerte depreciación del tipo de cambio, por la inyección de euros en efectivo a la banca y sacando esta regulación de precios, que a mi juicio, es una medida más de coyuntura que de solución de problemas”, dijo Oliveros.
“Los rubros de alimentos, salud, transporte, restaurantes y hoteles están por encima de ese valor. Lo que hace que dé 58% es que hay otras actividades paralizadas. Pero alimentos se acercó casi al 80% de inflación, es muy rudo, porque es lo que la mayoría de la gente gasta. Entre más pobre tú eres, la porción de tu ingreso para alimentos, es mayor. Tener estos niveles de cambio de precio es fuerte. En salud fue de 52%, un pico de demanda por el coronavirus, transporte 87%, que tiene que ver con el problema del combustible que encareció el transporte formal e informal (…) y en restaurantes y hoteles, por la estructura del delivery, estuvo en 90%”, explicó.
No obstante, y a juicio del economista, en el mes pasado, por el avance importante en el precio de los diferentes rubros, la hiperinflación que se había contenido por el tema del Covid-19, ya vuelve a asomarse.
“Me preocupa que los números de abril hablan de una aceleración muy fuerte de los precios, muy mala noticia para todos, pero más para quienes dependen de un salario en bolívares”, advirtió, al tiempo de aseverar que “esto refleja un profundo deterioro del poder adquisitivo de todos los venezolanos, y genera un freno en términos de consumo”.
En ese marco, se refirió a la lista de precios acordados que el gobierno de Nicolás Maduro sacó del baúl. Dijo que es factible que frene un poco el aumento de los costos, pero habrá escasez, de acuerdo a experiencias pasadas.
“Puede que la regulación de precios frene un poco el aumento, pero también puede que haya escasez. Podrás ver que hay precios que retroceden, pero aumenta el desabastecimiento y tienes que empezar a medir precios con canales formales e informales, y nace una inflación subyacente. Lo que ganas en precios, lo que logras en cierta forma de contención en el precio oficial de productos, lo pierdes por los mercados negros”, señaló, entrevistado por Román Lozinski.
“Es una solución de muy corto plazo y creo que en esta oportunidad va a ser de un cortísimo plazo”, añadió.
Y recordó que en el pasado, cuando se implementaban controles, habían dos vertientes. Una de ellas es que las empresas podían sostenerlos y disminuir incluso las pérdidas porque el Estado se encargaba de entregar divisas “y eso no existe hoy”. Y la otra, indica, es que si el gobierno no subsidiaba, “entregaba la materia prima que importaba directamente y la entregaba barato, y eso no existe”.
“El efecto va a durar muy poco y va a terminar provocando una aceleración en los precios. Si no lo ves en el tema formal, sí vas a comenzar a ver que esos productos no se van a producir o van a empezar a canalizarse a mecanismos de mercados negros, como ya ha ocurrido, porque el ser humano actúa en función de incentivos y no terminas beneficiado. Tú puedes tener un producto regulado, y no lo consigues, y tienes que pagarlo a un revendedor a un precio muchísimo más alto. Los venezolanos ya conocemos eso y es lo que comenzaremos a ver si esa política se mantiene por mucho tiempo”, apuntó.
“El dólar en Venezuela no va a ser estable”
Asimismo, hizo mención al tipo de cambio del dólar, que, asegura, no va a ser estable, y no porque así se desee, sino porque en base a factores y bases macroeconómicas, se entiende de esa forma.
“Efectivamente, el dólar puede bajar un momento, pero cuando analizas los factores macroeconómicos, lamentablemente, y no es que uno lo desee, terminas entiendo que no hay razones para esperar que el dólar en Venezuela sea ser estable”, explicó.
“El tipo de cambio es el precio al que se compran los dólares y mide también la protección del patrimonio. Si tú tienes una economía donde el 70% de los ingresos económicos es el petróleo y están cayendo, una economía donde probablemente caiga el 45% el flujo de remesas; si tienes además que las empresas están paradas y muchas de ellas no pueden volver a tener el flujo de caja, si además la actividad de divisas informal se ve afectada por la pandemia del coronavirus, eso significa que todo lo que es oferta de dólares está cayendo; y los bolívares, que son la gasolina que necesitas para comprar esos dólares, y tienes un gobierno que no puede acceder a financiamiento en moneda dura, que tiene que seguir manteniendo gastos (entregar bonos de la patria, intentar aumentos salariales y gastar más), la ecuación es muy clara: más bolívares en la calle persiguiendo menos dólares, eso se traduce en más presión sobre el tipo de cambio”, prosiguió.
No obstante, señala que eso no significa que todos los días vaya a crecer el tipo de cambio. Y precisó que esta semana bajó porque el gobierno, intentando contener el dólar, vendió a la banca euros en efectivo.
“A pesar de que la banca esté cerrada, si bien sigue haciendo operaciones con las grandes empresas. Estos dólares buscaban venderse al sector privado para contener la presión, pero tampoco es que el gobierno tenga un flujo de caja importante”, dijo.
Y señaló que, producto de la caída del ingreso petrolero, puede haber un déficit en los ingresos del Estado cercano a los 3 mil millones de dólares solo en este año.
“¿Cuántos dólares tiene el Estado para contener el tipo de cambio? La verdad es que muy pocos, entonces, es una situación de muy corto plazo, todas las tendencias macroeconómicas indican que en este entorno, el tipo de cambio va a seguir subiendo y eso genera presión muy fuerte en los precios”, sugirió.