Indeseable epicentro
Los buques iraníes se hicieron de nuestros puertos orientales. Muchas fueron y son las expectativas de los peligrosísimos huéspedes que le compiten al Covid-19.
Traen algo más que gasolina para los cubanos y sus turbios negocios y repartos. Otra cabeza de playa para el terrorismo islámico que antes no se conocía tan decidido en el hemisferio.
La Fracción 16 de Julio lo ha denunciado con tiempo. Comprometen severamente la seguridad y defensa de la región.
De Macuto se ha querido una narrativa a lo Bahía de Cochinos. Otra de Guanta o El Palito para evocar la consabida crisis de los cohetes del ’62 del ‘XX.
Una narrativa anacrónica para la cruda realidad actual. Nos convirtieron en el indeseable epicentro de una cruzada anti-occidental con todas las secuelas del caso.