Ex presidente de CVG, a LGA: El sindicalismo de Rubén González es de honestidad y buseta, no de 4Runner
El expresidente de la CVG Andrés Caleca condenó que Rubén González tenga más de 500 días preso en la cárcel de La Pica y aseguró que el gobierno de Maduro le teme porque es un líder natural de Ferrominera y un hombre indoblegable y honesto.
Caleca concedió una entrevista a La Gran Aldea, en la que destaca la historia de González, sindicalista de Ferrominera que está cumpliendo su segunda condena en una prisión por defender los derechos de los trabajadores.
Desde que Rubén González fue arbitrariamente detenido y enviado a prisión por un tribunal militar, Caleca ha mantenido una campaña en las redes sociales para exigir la liberación de Rubén González, informar de sus quebrantos de salud y denunciar que el régimen le niega atención médica al dirigente sindical, quien ha sido sometido a maltratos y aislamiento en una celda sin agua ni electricidad.
Caleca trabajó en Ferrominera Orinoco, como asistente a la Presidencia, cuando este cargo lo ocupaba Leopoldo Sucre Figarella, quien a la vez era Presidente de la CVG y ministro de Estado para el desarrollo de Guayana. “Luego fui por varios años gerente de Planificación Estratégica, después Vicepresidente Ejecutivo y por último, Presidente de la empresa, una vez que Sucre Figarella renunció a sus cargos en Guayana, inmediatamente después de la destitución de Carlos Andrés Pérez de la Presidencia de la República”, explica.
A la vez que califica estos hechos como el momento más gris de la historia sindical venezolana.
A su juicio, Rubén González es el símbolo de la lucha de resistencia de un sector en este momento minoritario del sindicalismo nacional, que se resiste a la desaparición. Ya hemos visto cómo desapareció la CTV; la CUTV ; la FVM, otrora el gran sindicato gremial del país, prácticamente eliminada.
«Es increíble, por cierto, el papel que jugó Aristóbulo Istúrz en la FVM y que ahora, como ministro de Educación y agente del régimen, se ha convertido en el destructor del gremio magisterial venezolano. El país no se ha dado cuenta de lo que ha perdido con el exterminio de su movimiento sindical».
-Usted alude a una aristocracia sindical chavista.
-Es de gran significación la honestidad personal de Rubén González, frente a lo que vemos con estos dirigentes sindicales, como el petrolero este, el gordo que contrasta con el dramático enflaquecimiento los trabajadores… que fue mepista, por cierto, mira dónde fue terminar… Bueno, no recuerdo el nombre. Unos tipos que andan en unas camionetotas impresionantes, Toyota 4Runner, rodeados de guardaespaldas… Es insondable el grado de corrupción personal que han alcanzado los dirigentes sindicales. En la Venezuela del pasado, ese ya era un problema, pero un problema en pañales, si acaso González Navarro fue visto como un ejemplo de esa corrupción. González Navarro había tenido una trayectoria estupenda y la echó a perder al final de su vida. Y, ¿cuál era la corrupción de González Navarro?, bueno, que vivía en El Cafetal y se decía que tenía un tigre en su casa. Comparado con estos tipos, que viven ahora en las mejores urbanizaciones, en unas quintas convertidas en búnker, protegidos por la Guardia Nacional, con guardaespaldas, González Navarro era un niño de pecho.