Barragán: Habrá que responder al drama de la universidad venezolana más temprano que tarde
El diputado Luis Barragán (Aragua-Vente Venezuela) asegura que la universidad venezolana va a necesitar de leyes que puedan ayudar a responder al drama que, dice, se acumula en las casas de estudio “cada vez más”.
“Más temprano que tarde, habrá que responder al drama de la universidad venezolana. Drama que se acumula y agrava cada vez más y, al breve plazo, necesitará de leyes que faciliten sus elecciones realmente autonómicas e impostergables y, al más largo plazo, leyes orgánicas que la contextualicen y explique bajo las libertades públicas no menos urgidas”, apuntó.
Así lo dijo luego de que los integrantes de la Fracción Parlamentaria 16J, de la cual forma parte, suscribieran el Proyecto de Ley Orgánica de Derechos, Deberes y Garantías de la Educación Universitaria, que fue planteado en un principio por la asociación Aula Abierta.
De ese modo, explicó que “la iniciativa reglamentaria sólo reivindica el aporte realizado por la sociedad civil organizada que, en las actuales circunstancias, no puede recoger las firmas personales y necesarias para la llamada iniciativa popular, sino que le da entrada oficial a la propuesta de la entidad no gubernamental del estado Zulia, aspirando a su integración al sistema automatizado e inmediata remisión a la comisión especializada del parlamento para su consideración”.
Asimismo, se refirió a la virtualización de clases universitarias, las cuales recriminó por las precarias condiciones de las telecomunicaciones y servicios en el país.
“Apreciamos que algunas autoridades universitarias se hicieron entusiastas promotoras del medio para congraciarse con la usurpación que así le interesaba, ahora absolutamente mudas cuando el régimen no sólo les niega un salario real y humano para mitigar las necesidades del docente, sino ante la inmensa brecha digital y la absoluta precariedad de las telecomunicaciones”, señaló.
Y en ese sentido, estimó que en un futuro “ojalá cercano”, la autonomía universitaria se materialice y que una universidad sea capaz de financiar y obtener “un cupo satelital”, a fin de evitar dependencia o condicionamiento del Estado, “en esa relación virtuosa del aula presencial como un elemento principal y del aula digital como un elemento accesorio”.