HRW: Censura de gobiernos a noticias del covid-19 no ayudará en la lucha
Ginebra, 16 abr (EFE).- China y otros gobiernos están ejerciendo censura para ocultar noticias negativas y críticas en la pandemia de COVID-19, lo que «ha causado muertes y es un desastre para la salud pública», denunció hoy el director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth.
En una rueda de prensa con periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra para analizar el deterioro de los derechos humanos en la actual crisis sanitaria, Roth subrayó que el aumento de la censura ha sido uno de los retrocesos más notorios en materia de libertades fundamentales durante los últimos meses.
«El caso más llamativo es el de China, donde las autoridades censuraron y acallaron a los médicos que en Wuhan (ciudad donde se originó la enfermedad) trataron durante el mes de diciembre de advertir de la epidemia de coronavirus», explicó.
En otros países, como Egipto o Turquía, también se intenta evitar la publicación de noticias críticas con la gestión de la situación, mientras en Tailandia a la prensa sólo se le permite informar de conferencias de prensa gubernamentales sobre el tema y en la India se busca establecer un método de censura previa, denunció.
Papel esencial de la prensa en tiempos de pandemia
Roth subrayó la presión de muchos gobiernos para que la prensa únicamente se haga eco de información oficial en torno a la pandemia, cuando «en un mundo ideal debe haber distintas fuentes de información sobre salud pública» y quienes disponen de datos deben ser libres de comunicárselos a otros, además de al Ejecutivo.
«Los periodistas juegan un papel esencial en tiempos de epidemia, son claves para que los gobiernos respondan de sus actos», sobre todo en casos en que las autoridades, especialmente en autocracias, «dan prioridad a sus propios intereses sobre la salud publica», añadió.
A su juicio, «el virus mostró el peligro de esas autocracias porque, si China hubiera sido un gobierno más preocupado por la salud pública y hubiera atendido a los médicos de Wuhan en lugar de ocultarlos, podríamos haber evitado esta pandemia».
En este sentido, el máximo responsable de HRW recordó que el coronavirus está siendo usado por algunos gobiernos como pretexto para aumentar su autoridad, con ejemplos en Camboya o en Hungría, «donde el primer ministro, Viktor Orban, se ha otorgado un poder dictatorial para gobernar sin control parlamentario».
«La Unión Europea tiene ahora que decidir si va a seguir financiando ese caballo de troya en su sistema, a alguien que mina los valores democráticos sobre los que la UE se construyó», señaló Roth.
Negacionismo y políticas aislacionistas
También mostró su preocupación por el negacionismo que en torno a la pandemia mostraron al principio líderes como los presidentes de Estados Unidos (Donald Trump), Brasil (Jair Bolsonaro) y México (Andrés Manuel López Obrador), acompañado del auge de políticas nacionalistas o aislacionistas.
«La pandemia demostró que los virus no respetan las fronteras, que todos somos vulnerables, y en un principio puede haber un nacionalismo instintivo para proteger un país del resto del mundo, lo que seguramente explica el ataque de Trump a la Organización Mundial de la Salud», analizó.
Asimismo, Roth subrayó que las limitaciones a la movilidad están siendo usadas en algunos países como excusa para que las fuerzas de seguridad y otros actores ejerzan la violencia, algo que, según él, ha ocurrido por ejemplo en Kenia, Uganda, El Salvador o la India, donde se han incrementado los ataques de hindúes a musulmanes.
El director ejecutivo de HRW también indicó que el uso de tecnología para vigilar a pacientes y sus contactos, que por ejemplo ha servido en Corea del Sur para contener de forma relativa eficaz la epidemia, ha puesto en peligro la privacidad de muchos ciudadanos.
«Hay paralelismos con crisis anteriores como la del 11-S, en las que la gente al principio tiene miedo, acude al gobierno para que le proteja, y este aprovecha la oportunidad para reaccionar más de la cuenta y tomar medidas que aumentan su poder a expensas de los derechos humanos», recalcó, para alertar: «Y es extremadamente difícil regresar a lo anterior».