En Chicago: Afroamericanos suman más de la mitad de las muertes confirmadas por Covid-19
Los estadounidenses negros en Chicago abarcan el 68% de las muertes en toda la ciudad, que ya suman 118; y un 52% de los 5.000 confirmados, a pesar de que apenas alcanzan el 30% de la población total de esa ciudad, según datos del Departamento de Salud Pública de Chicago.
Eso significa que los negros, que representan generalmente la población más empobrecida, están muriendo a un ritmo casi 6 veces mayor que los residentes blancos de Chicago; una disparidad impactante que además está comenzado a surgir en ciudades importantes, de acuerdo al diario The Washington Post.
Por tal motivo, la alcaldesa de Chicago, Lori Lighfoot, decidió lanzar una campaña urgente para educar a las comunidades minoritarias acerca del nuevo coronavirus, con un equipo de respuesta rápida que ayude a mitigar el devastador impacto en los vecindarios más golpeados.
“Esos números te dejan sin aliento. Realmente lo hacen”, dijo Lightfoot en una conferencia de prensa ayer. «Este es un momento de llamado a la acción para todos nosotros», apuntó, según detalla el diario.
Además, de acuerdo a Allison Arwady, comisionada del Departamento de Salud Pública de Chicago, la tasa más alta de enfermedades crónicas entre los afroamericanos “está vinculada a décadas de acceso desigual a la atención médica y a las oportunidades económicas en comparación con los blancos”.
“Las condiciones de la comunidad, los agujeros en nuestra red de seguridad social, las diferentes oportunidades económicas, educativas y, fundamentalmente, el racismo sistémico e institucional que han impulsado estas desigualdades a lo largo de los años; ahora vemos que se desarrolla en nuestros datos codiciosos», dijo.
En Chicago, una persona blanca en promedio vive 8.8 años más que una persona negra, dijo Arwady. Las tasas de diabetes entre los negros de Chicago son el doble que las de los blancos de Chicago. Las muertes relacionadas con la enfermedad pulmonar son más de un 20 por ciento más altas entre las personas negras en comparación con las blancas, y casi dos de cada cinco adultos negros tienen presión arterial alta, una tasa un 25 por ciento más alta que entre los blancos.
«Estas condiciones subyacentes son parte de lo que está impulsando algunas de las inequidades raciales, pero estas inequidades también reflejan las condiciones en que viven las personas», dijo.
Y es que, según el Post, citando a Arwady, algunos barrios de bajos ingresos no tienen acceso adecuado a supermercados o alimentos saludables. Algunos no tienen calles seguras y transitables, viviendo expuestos a la violencia. Algunas familias están trabajando en múltiples trabajos mal pagados para llegar a fin de mes.
Debido a todo esto, dijo Arwady, incluso si el sistema de atención médica fuera «perfecto», las disparidades raciales evidentes en los datos del coronavirus probablemente aún existirían.
Con información de The Washington Post.