¿Debemos prepararnos en Tocuyito?
Esta semana pude ver en las noticias que el gobierno local de Sao Paulo (Brasil) inició la contratación de personal extra para sus cementerios y la preparación logística para “entierros rápidos y sin abrazos” frente al previsible impacto del coronavirus. Las gráficas impactan por la cantidad de espacios que tratan de tener listos y preparados para lo peor.
Nadie espera llamar las malas energías del universo. El tema es que en el municipio Libertador (Carabobo) tenemos 300 mil habitantes y tenemos tres cementerios que, desde hace más o menos 7 años, se encuentran colapsados como consta en distintas denuncias en los medios de comunicación. Si están colapsados, es decir sin espacio en tiempos de normalidad, una crisis como la actual debe ponernos en alerta.
Una compañera conocedora de la gestión de desastres me comenta que, en situaciones de crisis, los protocolos internacionales ordenan la cremación de los fallecidos. Pues bien, en el caso de Tocuyito no tenemos la disposición de servicios de cremación y no hay anuncio oficial que indique que hay algún interés de la alcaldía en prepararnos en ese sentido.
Sr. Alcalde, señores concejales: entiendo que ustedes son personas de fuertes creencias religiosas. Yo no tengo ese don. Lamentablemente, cuando llegan las crisis, las catástrofes, las emergencias, quienes podemos tener alguna responsabilidad pública no seremos juzgados por cuántos golpes de pecho nos dimos o cuántas cadenas de oración enviamos, seremos juzgados por cuántas soluciones ofrecimos a la gente en momentos de incertidumbre.
Le pido con la urgencia debida, Sr. Alcalde, celebre una reunión con autoridades regionales, militares y de defensa civil, (estoy a la orden para asistir de ser necesario) para chequear las respuestas disponibles en caso de que ocurran las peores circunstancias en materia de disposición de fallecidos, no basta con solo esperar lo deseable y mejor, esta crisis del Coronavirus, por inédita, es también muy impredecible. Autoridades nacionales ya efectuaron reuniones con representantes de la Cámara de Empresas Funerarias, hacer lo mismo a nivel local no sobra.
En varias oportunidades las cuentas oficiales del gobierno local en Twitter, ante mis críticas, me han dicho en modo retrechero “¿Y usted qué hace?”. Como opositor, que no tengo control de las instituciones en este momento, mi labor es reflexionar y alertar. Su función, Sr. Alcalde, es la de ser Alcalde. En este instante, usted está en esos zapatos, usted está en esa oficina y usted tiene esa labor. Lo mejor que puedo hacer es decirle lo que sus directores puede que no le digan.
Se que estos temas son difíciles y muchas veces tocarlos nos hace parecer “nubes negras”, pero desde una perspectiva responsable, es preferible enterrar o cremar dignamente a los fallecidos que, por desespero e imprevisión, recurramos a fosas comunes. Si finalmente la crisis pasa y no ocurre nada que lamentar, pues bien, si nos preparamos nos quedarán mejores cementerios o disposición de servicios crematorios a nivel local para uso de los ciudadanos en momentos de normalidad. Diría un publicista “es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo”.
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@rockypolitica