Caen los muertos en España a 674
Madrid, 5 abr (EFE).- España ralentizó este domingo el avance de la pandemia de coronavirus con 674 fallecidos más en las últimas 24 horas y un incremento de 6.023 nuevos contagiados, cifras que muestran ya una caída en el crecimiento de ambos indicadores en comparación con jornadas anteriores.
La pandemia ha provocado hasta ahora 12.418 fallecimientos, un 5, 7 % más que el sábado, y 130.759 casos, con un incremento del 4,8 %, el porcentaje más bajo de las últimas semanas, mientras el Gobierno español trabaja ya en una campaña de detección precoz del virus que ayude a frenar aún más los contagios.
La responsable del área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad , María José Sierra, aseguró hoy que las medidas de distanciamiento social «empiezan a ver su reflejo» en los hospitales, y destacó los grades esfuerzos» del sistema sanitario español para «aumentar de manera impresionante» la capacidad de las unidades de cuidados intensivos.
En esas unidades el porcentaje de ingresados descendió en las últimas 24 horas, con 6.861 pacientes, 329 más (un 5 % superior al día anterior), aunque este dato constituye un repunte en comparación con las cifras registradas el sábado, cuando el incremento fue de un tímido 1,8 % tras ingresar 116 pacientes en unidades de cuidados intensivos.
La nota más positiva es el número de personas recuperadas, que aumentaron en 3.861, con lo que ya se llega a 38.080 (un 11,3 % más).
La región de Madrid continúa este domingo a la cabeza de los contagios con 37.584, un 35 % menos que el aumento de hace 24 horas, y registró 4.941 fallecidos, con tres días consecutivos de descensos, mientras que los ingresos en las UCI se mantienen y el número de altas hospitalarias aumentan un 7,68 % .
Con estas cifras, los infectados en la región madrileña suponen hoy el 28,72 % del total nacional, mientras que los muertos son el 39,78 % y los curados el 54,99 %.
Cataluña es la segunda región más afectada, con 26.032 infectados y 2.637 muertos.
Un millón de test rápidos
Después de anunciar el sábado una ampliación de las medidas adoptadas al inicio de la pandemia, incluido el confinamiento de la pobalción hasta el 26 de abril, el Ejecutivo español se prepara para una segunda etapa de «desescalada» o transición, una vez alcanzado el pico de contagios.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, anunció hoy a los presidentes regionales que repartirá un millón de test para la detención de la Covid-19 a fin de conocer qué parte de la población está contagiada pero no presenta síntomas.
La intención del Gobierno español, es aislar a esos positivos asintomáticos para contener una nueva propagación de la enfermedad y para ello las comunidades autónomas deberán facilitar al Ejecutivo central antes del 10 de abril un listado con las infraestructuras públicas y privadas aptas para ese aislamiento.
«Es una medida fundamental para la siguiente etapa de la lucha contra el coronavirus, una vez se ha confirmado la fase de ralentización de los contagios», dijo hoy el ministro español de Sanidad, Salvador Illa, quien explicó que en la etapa de «desescalada» el Gobierno será «muy prudente».
Esa «prudencia» se basará en la «evidencia científica», recalcó Illa y, en ese sentido, «la detección precoz mediante test masivos será esencial».
Actualmente, en cifras del ministro, se hacen entre 15.000 y 20.000 al día, lo que sitúa a España en «la banda alta» de la realización mundial.
En esa fase de «desescalada» otro de los aspectos fundamentales será el uso de mascarillas «quirúrgicas o similares» para que las personas infectadas no transmitan el virus a las sanas.
Cuando sean necesarias, el Ministerio de Sanidad garantizó que habrá suficientes para todo el mundo. “El Gobierno no va a exigir nada que no se pueda cumplir. Cuando haya una recomendación o exigencia contará con que haya capacidad para ejecutar la medida”, señaló Illa.
Seguimiento de las residencias de ancianos
En la videocoferencia que mantuvo hoy con los presidentes regionales, Sánchez les solicitó también que faciliten al Gobierno central toda la información disponible sobre la incidencia del coronavirus en las residencias de mayores, uno de los principales focos de contagio.
Al menos 3.600 ancianos han fallecido en las residencias de ancianos de España desde el inicio de esta crisis, aunque todavía no existen recuentos oficiales sobre los fallecidos.
Illa señaló que el objetivo es hacer «un seguimiento adecuado» de la evolución de la pandemia entre este grupo de población, los más vulnerables al coronavirus. EFE