Cabello: En 2002 ninguno de nosotros se fue a una embajada
El primer vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, recordó este miércoles los sucesos suscitados entre el 11 y 13 de abril de 2002, destacando que fueron “víctimas del fascismo” de sectores opositores que los persiguieron, sin embargo, recalcó el hecho de que ninguno de los altos jerarcas del chavismo se escondieron en embajadas, como han hecho dirigentes de la oposición.
«Nos estuvieron buscando. A mí, a Freddy (Bernal), a Aristóbulo (Istúriz). A mí me mataron 3 veces, escuché por radio. Mientras ‘chatarrita’ Capriles iba a la embajada de Cuba. El fascismo nos buscaba, a Rodríguez Chacín, a Tarek (Saab). La multitud en medio de todo lo impidió», contó Cabello durante la emisión de su programa Con el Mazo Dando, trasnmitido por VTV.
«Ninguno de nosotros nos fuimos a ninguna embajada. Fíjense la diferencia. Nos retiramos un poco, revisamos y fuimos al contraataque. Pero estos no, cuando hacen algo ahí mismo se van a meterse en las faldas de sus amigos de otros países», agregó.
Luego destacó lo que ocurrió el 13 de abril de ese año cuando, a su juicio, «el Pueblo y Fuerza Armada unidos» rescataron a Hugo Chávez para restituirlo en el poder. «El imperialismo es derrotable y lo demostramos ese día», puntualizó a pesar de que Estados Unidos no participó en ese alzamiento militar que se dio tras una huelga general que culminó con una marcha multitudinaria el 11 de abril, que culminó en masacre en las cercanías del Palacio de Miraflores en Caracas, por lo que alto mando militar le solicitó la renuncia a Chávez.
Por otra parte, Cabello criticó que la oposición no haya “pedido disculpas” por las supuestas muertes “que causó” durante las protestas de los últimos años, sin embargo se refirió a Oscar Pérez como un terrorista, a pesar de que fue masacrado junto a otras cinco personas por fuerzas de seguridad del Estado el 15 de enero de 2018, después de que manifestó su intención de entregarse.
Por último, descartó cualquier tipo de negociación con la oposición en torno a un posible gobierno de transición, al tiempo que aseveró no ser «chantajeable».
«Negociar o conciliar con el fascismo es imposible. No se puede, nos odian. Ellos tendrán que acostumbrarse que aquí gobierna el chavismo durante años, siglos», finalizó.