Australia cierra playas emblemáticas para evitar multitudes en plena pandemia
Sídney (Australia), 6 abr (EFE).- Las autoridades de Australia cerraron este lunes varias de sus playas más emblemáticas para evitar los contagios de COVID-19, después de que este fin de semana se congregaran miles de bañistas en muchas de ellas.
La gran pasión de los australianos por las playas y la atracción que ejercen sobre los turistas, especialmente los jóvenes, ha hecho que el Municipio de Northern Beaches haya ordenado a partir de mañana el cierre de cinco de sus playas, entre ellas Manly y Dee Why, conocidas como las zonas costeras del norte de Sídney más atractivas para los turistas y aficionados a los deportes acuáticos.
Esas dos playas y la de Bondi, al este de la ciudad y que ya fue clausurada el mes pasado después de que miles de personas se congregaran en ella desoyendo las normas de distanciamiento físico, se han convertido en algunos de los principales focos de infecciones locales de Nueva Gales del Sur, según las autoridades sanitarias del estado.
En el turístico estado de Queensland, en el noreste de Australia, el municipio de Gold Coast también anunció que cerrará desde mañana varias de sus playas más famosas, entre ellas la de Surfers Paradise, después de una avalancha de bañistas.
«Desafortunadamente el fin de semana pasado, llegaron a Gold Coast los foráneos en masa. Temo que este número aumentará en la Semana Santa», declaró el alcalde de la Gold Coast, Tom Tate, a periodistas.
Hasta el momento, se han detectado 5.795 casos de COVID-19 en Australia, de los cuales han muerto 40 pacientes, lo que ha obligado al gobierno australiano a cerrar establecimientos no esenciales, endurecer las medidas de distanciamiento físico entre las personas, el cierre de espacios públicos y restringir las reuniones a un máximo de dos individuos.
Sin embargo, las guarderías y las escuelas siguen abiertas y la recomendación es quedarse en casa a no ser que se necesite salir para trabajar, hacer compras e incluso hacer ejercicio, lo que permite a la población acudir a las miles de playas que no están cerradas.
Cada jurisdicción se encarga de imponer las sanciones por violar las restricciones implementadas para frenar la propagación de la pandemia y que pueden llegar hasta los 11.000 AUD (6.300 USD o 6.130 EUR) en Nueva Gales del Sur, donde se han producido aproximadamente la mitad de los casos de COVID-19.
Las autoridades de este estado han abierto el domingo una investigación penal por el desembarco de unas 2.700 personas el pasado 19 de marzo del Ruby Princess, de las cuales muchas de ellas viajaron a otras ciudades del país.
El crucero de 18 pisos, que con sus 11 muertes y más de 600 casos es el principal foco de infección de Australia, está anclado a unos cien kilómetros al sur de Sídney con más de mil miembros de su tripulación a bordo, de los cuales unos 200 de ellos muestran síntomas de coronavirus.