Análisis ND: A un año del 30A seguimos en nuestra montaña rusa
Hace un año fue el intento de levantamiento militar en contra el gobierno de Nicolás Maduro. Varios miembros de la FANB se reunieron con el presidente (e) designado por la AN, Juan Guaidó, en el Distribuidor Altamira, y con él, Leopoldo López, liberado la noche anterior.
En imágenes que corrieron por las redes se apreció al líder opositor, acompañado de quien ahora está refugiado en la Embajada de España en Caracas. Con él, otros tantos diputados, hoy muchos de ellos en el exilio, otros detenidos y acusados.
Los castrenses, al igual que los políticos, tenían una cinta azul en el brazo derecho que los identificaba como parte del movimiento. Armas largas, balas de fusil y hasta una cesta de plátanos verdes se apreciaron en el Distribuidor, a tiro de piedra de la Base Aérea Militar de La Carlota, mientras en las redes todos apostaban por un golpe de Estado que iba a acabar con el chavismo. No fue así.
De acuerdo a informaciones que dio a conocer el exdirector del Sebin, general Manuel Cristopher Figuera, quien formó parte de dicho movimiento; al final no hubo coordinación y el aparataje que se había conformado se deshizo hacia el mediodía de ese miércoles.
De acuerdo a John Bolton, exconsejero de Seguridad de la Casa Blanca, quienes habían negociado la salida de Maduro no contestaban los teléfonos después del fallido levantamiento militar. Y en Twitter les increpó:
«Sigue siendo muy importante para tres figuras en el régimen de Maduro que han estado hablando con la oposición durante los últimos tres meses para cumplir su compromiso de lograr la transición pacífica del poder de la camarilla de Maduro al presidente interino Juan Guaidó (…) Se les acabó el tiempo. Esta es su última oportunidad. Acepten la amnistía del presidente interino Guaidó, protejan la Constitución y eliminen a Maduro y los eliminaremos de nuestra lista de sanciones. Quédense con Maduro y húndanse con la nave”.
Según se comentó en su momento, Bolton se refería a Maikel Moreno, presidente del TSJ/ANC; el actual director de la Dgcim, Iván Hernández Dala y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Ese día en la mañana, por órdenes de los principales funcionarios del gobierno, seguidores del chavismo se apostaron en los alrededores de Miraflores para “defender la revolución”. No obstante, hubo reportes de autobuses que los habían llevado hasta el lugar. En VTV, el canal del Estado, todo se enfocaba en el Palacio del gobierno.
Hacia el este de la ciudad, en medio del movimiento, ya hacía presencia, entre otros, quien era vicepresidente de la Asamblea Nacional en el período pasado, Edgar Zambrano, de Acción Democrático, quien tiempo después y tras salir de una reunión de la sede del partido en La Florida fue llevado hasta el Sebin en El Helicoide.
Lo militares que acompañaron a Guaidó incluso hicieron resistencia y dispararon sus armas, cuando un grupo de colectivos, afines con la revolución chavista, hicieron presencia en el Distribuidor. Eso, en redes, dio a entender que el movimiento tenía toda la intención de ir en serio.
Iniciado en la madrugada, ya al mediodía había perdido impacto y pasada la 1 de la tarde, no se logró el objetivo que se había planteado, de sacar al gobierno de Maduro.
“Tuvimos un gran triunfo”
Este miércoles 29 de abril, Maduro recordó el alzamiento militar fallido. Aseguró que en la Casa Blanca, desde donde según él fue planificado el llamado golpe, habían “brindado” un día antes.
“Hace un año a esta hora en la Casa Blanca brindaron porque nos iban a dar el golpe. Celebraron allí y en Bogotá. Santiago. Luego vino este show trágico-cómico donde hubo crímenes y deslealtades (…) Los traidores del 30 de abril están secos. En el olvido. En la soledad. Los que se fueron a EEUU y a Colombia. Hay uno que está preso… Salimos más fuertes desde ese día”, sentenció Maduro en una llamada a Con El Mazo Dando anoche.
Y rememorando, el socialista expresó que a las 6:00 a.m de ese día, “había más de 30 mil personas custodiando Miraflores”.
«Recuerdo que ya a las 4:30 de la mañana hubo llamadas, la madrugada del 30 de abril fue un show tragicómico de traición que marcó para siempre a la oposición de derecha. A partir de ese día la realidad fue otra», sentenció.
“Hace un año tuvimos un gran triunfo. Después salió el imperialismo a decir estupideces. Si algún día se mostró qué somos de verdad fue ese día”, agregó.
«De la unión cívico, militar, policial, nosotros hemos demostrado que somos de verdad. Hoy hace un año del show de la traición. Habíamos recibido la primera llamada de alerta del ministro Reverol. Tratando de recordar a los traidores son, inmerecedores del perdón, incluidos aquellos que salen de nuestras filas siempre», rememoró Maduro.
«Los traidores siempre se burlan de la confianza, de la amistad, se burlan incluso de ellos mismos y luego se hunden, se secan, porque el imperio los desprecia y abandona como les sucedió a los traidores del 30 de abril de 2019», afirmó.
Esta mañana, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Psuv, acompañado de otros dirigentes del partido, conmemoró desde el Distribuidor Altamira el “intento fallido del imperialismo”.
Así lo señalaron en la cuenta Twitter de Con El Mazo Dando: “Desde el distribuidor Altamira, a un año de otro intento fallido del imperialismo, de otra traición de los débiles y de otro fracaso de sus sirvientes, la Furia Bolivariana se hace presente al alba (y sí pudimos entrar a La Carlota)”
También se compartieron imágenes de él y los demás, enfilados, y con las mascarillas puestas por el coronavirus. También, una tanqueta del Ejército, y otros tantos militares con fusiles en mano.
¿Y ahora qué?
A un año del intento de uso de fuerza para despojar del poder a Maduro, no ha habido grandes cambios. Guaidó realizó una gira internacional a comienzos del 2020 para renovar el apoyo de la comunidad internacional y fue ratificado en el cargo en una sesión de la AN que no se pudo realizar en el hemiciclo el 5 de enero por impedimento de los funcionarios militares.
No obstante, Estados Unidos, principal promotor del cambio de gobierno en el país, propuso un Marco para la Transición Democrática, que incluye la renuncia de Maduro, la conformación de un Consejo de Estado paritario (dos chavistas, dos opositores y un quinto de consenso), la eliminación del desacato a la AN para que designar un nuevo CNE y TSJ y llamar a elecciones presidenciales libres en un año.
EEUU, aplicando la lógica del garrote y la zanahoria, acusó formalmente a Maduro, Cabello, Tareck El Aissami, Hugo Carvajal y Clíver Alcalá Cordones de narcotráfico y lavado de dinero, y ofreció una recompensa por su captura. Para Maduro, de 15 millones de dólares. Y para Cabello y El Aissami, 10 millones de dólares.
Al mismo tiempo, a principios de abril EEUU anunció junto a 27 países de la región y de Europa, el inicio de una operación antidrogas en el Caribe, con el uso de la Armada de Estados Unidos, a fin de evitar que Maduro se lucre del narcotráfico, como lo han denunciado desde la Casa Blanca.
Tras la llegada al país de la pandemia, vivimos formalmente en cuarentena. Con luz y agua intermitentes y sin gasolina, el país es un hervidero ya no tan silencioso. Maduro revirtió el «modelo chino» en la economía y volvieron los precios acordados y las fiscalizaciones de empresas. Volvieron también los ataques al «dólar sangriento» y las acusaciones de «pillo» contra el más importante empresario del país, Lorenzo Mendoza.
Y mientras Guaidó mantiene el control de una parte de la oposición, pareciera que, políticamente, vivimos en la misma montaña rusa de siempre.