Dpto. de enfermedades infecciosas del HUC, al Washington Post: Suministros se agotarán en 1 semana
Tras la creciente amenaza del coronavirus, muchos venezolanos temen que a la nación ingresen migrantes infectados con Covid-19 por el vulnerable sistema de salud, reseñó The Washington Post.
Dentro de uno de los hospitales más grandes de Venezuela, los doctores que usaban guantes y máscaras pero no batas de protección atendían a un paciente sospechoso de tener coronavirus.
Los pacientes con VIH languidecían en una habitación a pocos metros de distancia. La puerta se dejó abierta, para permitir la circulación del aire. La unidad del Hospital Universitario de Caracas no tiene aire acondicionado. El agua corriente, aunque con contaminantes oscuros, volvió hace tres días. Pero los médicos dicen que es poco probable que dure mucho tiempo.
Como en muchos hospitales de este colapsado Estado socialista, incluso lavarse las manos es un lujo. El hospital se ha quedado sin jabón, dejando a los médicos que traigan el suyo propio, cuando sea posible. Ninguna de las seis máquinas de rayos X funciona. Sin productos de limpieza para desinfectar las superficies – incluyendo las de la sala de espera donde se encuentran los pacientes con sospecha de coronavirus – las infecciones hospitalarias son comunes. Un cargamento de guantes y mascarillas llegó el viernes; los médicos dicen que pasaron un mes entero sin ellos. Los suministros actuales, dicen que se agotarán en una semana.
«Si empezamos a recibir un gran número de pacientes, nos derrumbaremos», dijo María Eugenia Landaeta, jefa del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Caracas. «Largas filas de pacientes esperando, todas las camas llenas y pacientes que no podremos hospitalizar. En resumen: un caos total».
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