Cuba: Críticas de EEUU a nuestros médicos son inmorales y ofensivas
La Habana.- Cuba considera «particularmente ofensivas» las duras críticas que Estados Unidos dirigió a la asistencia médica que la isla presta a naciones afectadas por el coronavirus, una «campaña inmoral» en medio de una «pandemia que amenaza a todos», aseguró este jueves la Cancillería de la isla.
El Ministerio de Exteriores cubano envió una nota diplomática de protesta al Departamento de Estado de EE.UU., que denunció ayer en Twitter cómo el país caribeño «retiene la mayor parte del salario que sus médicos y enfermeras ganan mientras sirven en sus misiones médicas internacionales, exponiéndolos a condiciones laborales atroces».
«Los países anfitriones que busquen la ayuda de Cuba para COVID-19 deben examinar los acuerdos y poner fin a los abusos laborales», insiste el mensaje de la administración del presidente Donald Trump.
Para Cuba estas declaraciones forman parte de una «continuada campaña de mentiras» que dirige Washington contra la cooperación medica internacional de la isla, si bien ahora llegan en un momento especialmente delicado.
«La campaña de descrédito del Gobierno de EE.UU. es inmoral en cualquier circunstancia. Es particularmente ofensiva para Cuba y el resto del mundo, en momentos de una pandemia que nos amenaza a todos, y cuando todos deberíamos estar esforzándonos por promover la solidaridad y la ayuda a quienes la necesitan.», subrayó La Habana.
La Cancillería cubana pidió apartar «la mezquindad y la hostilidad» en medio de la pandemia del COVID-19 que ya se ha cobrado miles de víctimas en solo tres meses.
También mencionó cómo desde las Naciones Unidos la comunidad internacional «reclama unidad y cooperación» y pide el cese y la suspensión de «injustos bloqueos y las medidas coercitivas unilaterales» como las que Estados Unidos aplica hoy a la isla y a su aliado Venezuela.
Médicos cubanos contra el coronavirus
Con la salida este jueves de unos 200 especialistas cubanos hacia Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Santa Lucía, suman 11 los grupos de médicos y enfermeros que han salido de la isla a combatir la epidemia de coronavirus.
Anteriormente siete brigadas de galenos viajaron a Surinam, Nicaragua, Jamaica, Venezuela, Belice, Granada e Italia, esta última considerada en estos momentos el epicentro de la pandemia en el mundo. Los cubanos partieron hacia la región de Lombardía, la zona italiana más golpeada por el virus.
Todos pertenecen al Contingente Internacional Henry Reeve, creado por el fallecido expresidente Fidel Castro en 2005 para ayudar en situaciones de desastre y epidemias, una labor que los ha llevado a 20 naciones y por la que recibieron un premio de la Organización Mundial de la Salud en 2017.
«Existe un sentimiento nacional de querer cooperar. Recibimos mensajes de personas voluntarias dispuestas a partir hacia cualquier lugar para ayudar ante esta situación global de salud», aseguró a la la prensa estatal el director de Colaboración Médica del Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap), Jorge Juan Delgado.
La salud, objeto de discordia bilateral
Las críticas de Washington sobre la manera en que La Habana gestiona su colaboración médica internacional no son nuevas.
Para Cuba la presencia de sus galenos en el mundo es uno de los pilares de su política exterior y la exportación de servicios profesionales -principalmente de salud y educación- es la segunda fuente de ingresos de la isla.
Para el Gobierno estadounidense, el país caribeño «arriesga y explota a sus propios profesionales» a quienes «trata como esclavos» al pagarle solo una pequeña parte de lo que los países anfitriones pagan por los servicios, altamente calificados, que brindan los isleños.
Según los últimos datos oficiales disponibles, en 2019 más de 29.000 médicos cubanos trabajan en 66 países. La cancelación, con trasfondo político, de las misiones cubanas en Brasil, Ecuador y Bolivia redujo considerablemente este número, que en 2018 llegó a los 50.000 profesionales.
Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el viraje en la política estadounidense hacia Cuba tras el «deshielo», la relación entre los dos países se encuentra en uno de sus peores momentos.
Los ataques de EE.UU. a la exportación de servicios profesionales que realiza Cuba se han intensificado en el último año, dentro de la marcada hostilidad de la Administración de Trump hacia La Habana por su supuesto apoyo logístico a Nicolás Maduro en Venezuela.
Washington busca aumentar la presión económica sobre el Gobierno cubano, lo que ha conllevado la imposición de nuevas sanciones, prohibiciones de viajes y limitaciones de vuelos a la isla que han recrudecido el embargo financiero vigente desde hace seis décadas. EFE