Colapso de servicios básicos y quiebre de empresas básicas impulsa la protesta en Guayana
El segundo llamado a protestar que hiciera el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, esta semana, al menos en Puerto Ordaz, estado Bolívar, no tuvo tanta receptividad. Aun así, un grupo de guayaneses que apuesta al cambio político, electoral, pacífico y constitucional atendió la convocatoria.
La protesta en esta oportunidad se llevó a cabo en la popular redoma de Chilemex, ubicada en la parroquia Cachamay de Puerto Ordaz. Aunque en principio la convocatoria tenía como objetivo acompañar al crítico sector salud, los guayaneses regionalizaron el llamado y sumaron al reclamo el colapso por los servicios básicos y el quiebre de las empresas básicas.
«Salí hoy por muchos motivos, pero el principal es el agua. ¡Hasta cuándo vamos a pasar este problema! El agua llega a las 5 de la mañana y se nos va a las ocho. No tenemos servicio de aseo hace años, algo increíble en Puerto Ordaz, la gasolina ni se diga. La gente matándose en colas por gasolina (…) cada día que pasa en nuestra Puerto Ordaz tan hermosa, tengo 53 años, y nunca la había visto así, es terrible lo que está pasando. Ya no puedo dormir, porque a las 5 de la mañana me tengo que levantar para recoger agua, no dejaré de venir nunca hasta que pueda para luchar por una Venezuela libre, por favor, libre», expresó Nancy Chapellín, vecina del sector Villa Brasil, en Puerto Ordaz, parroquia Cachamay.
Opinión similar tiene Graciela Coraspe, del sector Unare, quien padece también las consecuencias de la falta de agua, constantes apagones y ausencia de gas doméstico.
«La luz, el agua, eso es el mal de todos los días. Hay que estar llenando tambores de agua o esperar que pasen camiones cisternas, es una calamidad, sobre todo en horas del mediodía. La luz se va a cada rato, es angustiante. Nuestra calidad de vida no es la que deberíamos tener a estas alturas, no tenemos nada, nuestra Venezuela está empobrecida, se ve en las calles, basura, montes por todos lados. De paso, han construido en zonas recreativas y dejan las obras sin concluir, no tenemos ni para recrearnos», expresó.
La entrevistada hizo énfasis también en la inseguridad que les arropa en el sector.
«Tenemos problemas de inseguridad. Nos están matando. A las 7 de la noche tenemos que estar todos en nuestras casas, porque sino corremos el riesgo de que nos atraquen, nos persigan, nos apunten con armas, y si salimos después de esa hora somos unos irresponsables, no es justo. Estamos prácticamente acorralados por el hampa», denunció.
Mi llamado es a que se aboquen a protegernos, la inseguridad se nota. Estamos siempre estresados al salir de la urbanización, sentimos que nos acechan», agregó.
Empresas básicas
A la manifestación de este jueves también asistieron representantes de sindicatos, gremios y trabajadores de las empresas básicas, quienes hoy padecen en primera fila las consecuencias de un parque industrial quebrado y por consecuencia el deterioro de su calidad de vida.
Cecilio Pineda, secretario de Organización del Sindicato de Empleados y Profesionales de la CVG (Sunep-CVG), indicó que está en manos de los venezolanos demostrarle al mundo que Venezuela es infuncional con Nicolás Maduro al frente y que la emergencia humanitaria es cada vez más crítica.
«Las empresas están cerradas y el sueldo que uno percibe no nos alcanza. Rondan entre el millón y dos millones, cuando haces el cambio, eso representa entre 10 y 20 dólares, no podemos ni comprar comida, tampoco contamos con HCM ni becas escolares para nuestros hijos», expresó Pineda.
El trabajador de la CVG lamentó la situación de, al menos, 14 mil pensionados y jubilados que no tienen ni siquiera para atención médica. «Todos los trabajadores estamos indefensos, sobre todo, los jubilados y pensionados quienes están hoy propensos a morir, porque no hay asistencia médica, quién se enferme en Venezuela está condenado a morirse», sentenció.
Guayana volvió a ser retrato de la apatía y el desánimo que caracteriza las manifestaciones en esta zona del país, quizás, por la misma dinámica de sobrevivencia a la crisis, aun así, quienes estuvieron presente este jueves ratificaron que el deseo de cambio es mayoritario entre los venezolanos y aseguraron que continuarán en la calle, «todas las veces que sea necesario».