Volvió el Presidente
Luego de una gira exitosa por Europa y por América del Norte el legítimo presidente de Venezuela, Juan Guaidó, arribó al país para continuar la lucha por la libertad y por la redemocratización de la república.
El presidente legítimo volvió a demostrar que los ataques del régimen no lo asustan y volvió a dejar claro que esta batalla es hasta que se alcance el cese de la usurpación y la consolidación del Gobierno de Transición Nacional.
Además, quedó nuevamente demostrado que Nicolás Maduro no tiene el deseo de tocarle ni un solo cabello al presidente legítimo, ya que conoce las consecuencias que esto implicaría para él, para los suyos y para su régimen ilegal.
En Miraflores están más claros que nunca de la fortaleza con la cual llegó a la nación el presidente Guaidó, saben que no se puede mover ni un ápice, ya que están bajo la mira permanente del Departamento de Estado, la DEA, y los Marines de los Estados Unidos.
Maduro, a pesar de toda su torpeza, no se la va a jugar; sabe que debe resistir de otra forma, sabe que debe jugar al desgaste de la resistencia, así como lo ha hecho en el pasado. Maduro entiende que el apoyo de China va mermando y el de Rusia es solo nominal, por ende se encuentra solo contra el mundo.
Mientras, los usurpadores se arrinconan, el presidente Guaidó está avanzando. Luego de un periplo de resonado éxito, ahora viene a seguir generando la presión necesaria en el marco de una estrategia de agotamiento de las estructuras que sostienen a un régimen plenamente írrito.
Frente a toda esta realidad, somos los venezolanos los que estamos llamados a secundar con nuestras acciones, con nuestra voluntad y participación a la consecución de las metas para la liberación nacional.
No podemos dejarle todo el peso de la responsabilidad a Guaidó o a los diputados de la Asamblea Nacional (AN). Ellos como dirigentes tienen un papel que desempeñar, y nosotros como ciudadanos el nuestro; y es que la liberación de Venezuela es una tarea compartida entre todos los que queremos vivir en libertad.
Cada uno de nosotros tiene que estar a la espera de las líneas de lucha que emanarán de la Presidencia Interina de Venezuela; cada hombre y mujer de este país tiene un deber moral, no solo con Venezuela, sino con ellos mismo, con sus hijos, con sus nietos, con todas las generaciones de venezolanos que vienen atrás.
Tenemos solo dos opciones, luchamos por la libertad, la democracia y un futuro mejor y digno o simplemente nos enchinchorrados y le dejamos a la nación a los mismos que llevan 20 años destruyendo todo a su paso. Yo ya decidí, yo lucharé ¿y tú?
P.D: El miedo del régimen es tan grande que no se atreven a meter preso al presidente, sino que arremeten contra su familia.