Venezuela a merced del coronavirus
La Organización de las Naciones Unidas se resiste declarar el coronavirus como una pandemia en el mundo solo por razones políticas ya que ello de manera inmediata podría perjudicar el comercio de China con el mundo.
Países socialistas, quienes influyen en las decisiones del ente mundial, presionan a la Oficina Mundial de la Salud para que señale que el virus es una enfermedad de índole interna en China.
Médicos expertos en Salud Pública y análisis observados en los medios de comunicación independientes indican que la toxina ya se encuentra en los cinco continentes por casos comprobados, lo cual es un índicativo para declarar la pandemia.
Queda demostrado el contagio de persona a persona siendo este elemento de fåcil traslado por vía aérea lo cual lo hace más agresivo para la inoculación.
En los círculos científicos se maneja la hipótesis de un manejo indebido del virus en un laboratorio biológico, pues al observar el virus a través del microscopio se pueden observar deformaciones.
Siendo Wahun la ciudad donde comenzó el virus está la duda de si se les escapó el virus en el laboratorio categoría cuatro de esa ciudad.
A pesar de la severa crisis existente los ejecutivos o responsables no entregan información fidedigna a pesar de las reiteradas exigencias formuladas por las naciones industrializadas.
Todo lo anteriormente expresado hace temer a los científicos occidentales que el volumen de contaminación es mayor a lo comunicado. De ser así acarrearía una pérdida de tiempo muy valiosa que bien podría representarse en un aumento de la velocidad de la propagación no por cientos sino por miles.
A pesar de haber los expertos aislado el coronavirus en Italia, la posibilidad de producir antídotos podría llevar meses, razón por la cual lo más recomendable es la asepsia haciendo uso en todo momento de tapabocas, aseo de las manos y mantener una distancia prudente con nuestros interlocutores.
Los Estados Unidos de América y Francia son cautelosos para indicar un número de víctimas mortales a nivel mundial incluyendo China continental, pero la construcción en Wahun de hospitales en tiempo record para 1,000 y 2,000 camas hace temer que los orientales guardan cifras dramáticas sobre el mal.
Los casos son estudiados minuciosamente, incluyendo losmuertos, cuyos despojos no son entregados a los familiares sino incinerados dentro de las instalaciones hospitalarias.
Científicos chinos insisten que las víctimas han sido solo en su nación, pero mientras esto no pueda ser confirmado por una misión independiente la falta de información lleva a considerar que son miles los afectados y cientos los difuntos.
En relación con Venezuela, las Naciones Unidas en el segundo semestre del 2.019 declararon este país en grave riesgo social, esto por las condiciones de subalimentación a las cuales es sometida la población por parte de la tiranía de Nicolás Maduro Moros; desplazamiento forzoso de sus habitantes hacia naciones vecinas; ausencia asistencia medicinal preventiva y curativa; y hospitales con falta de luz y agua.
La ONU registra un ochenta por ciento de la población en condición de pobreza y siete millones de sus residentes en categoría de inopia extrema. La diáspora en Venezuela se considera que este año llega a cinco millones y está conformada por jóvenes y adultos.
En cuanto al coronavirus, el Observatorio Venezolano para la Salud expresa:” Venezuela, ante pocos vuelos internacionales, tiene bajo riesgo para el coronavirus. Sin embargo, las autoridades deben prepararse ante la posibilidad que llegue en un país vulnerable por una infraestuctura sanitaria deteriorada y sin recursos”. Mal presagio.
Cuando evaluamos los niveles de pobreza y bajo consumo calórico nos encontramos que los más desguarnecidos, según el OVS, son “los niños y niñas, las embarazadas, las personas adultas, los seres en condiciones crónicas de salud y las personas que se encuentran recluidas o en zonas de difícil acceso geográfico. La falta de nutrientes, calórícos y proteínas entre la concepción y el final de los 2 años de vida, representa una amenaza para el crecimiento y desarrollo físico, mental y social de las nuevas generaciones”.
El Centro de Estudios para el Desarroll (Cendes) resalta dramáticamente: “Venezuela pasa por una Emergencia Humanitaria compleja desde 2015 que compromete severamente el derecho humano a la alimentación de sus 31.8 millones de habitantes y especialmente de las poblaciones y comunidades en extrema pobreza por los efectos del hambre y la desnutrición. Actualmente, se encuentra entre los países del mundo con grave inseguridad alimentaria”.
Enfatiza el Cendes que el derecho a la alimentación en Venezuela es violentado por el Estado que no preserva los niveles de cantidad y calidad.
Por los acuerdos internacionales con China, en Venezuela radican miles de ciudadanos provenientes de Asia.
De comprobarse casos del coronavirus en las zonas de alta presencia de chinos en el país, por lo virulento en su capacidad de transmisión se desataría una epidemia que llevaría a la muerte a más víctimas inocentes que las producidas en el país por la “epidemia española” de mitad de siglo XX.
Al escribir este artículo había 490 fallecidos y 23,500 portadores del virus. Y excepto por dos casos, la mayoría de las muertes han ocurrido en China.
La enfermedad es controlable siempre y cuando existan los insumos requeridos en hospitales. Pero en el terruño distante los montos dirigidos a la atención pública fueron a parar al bolsillo de los corruptos, ante la indiferencia de los comunistas al mando.