Mantequilla o fusiles
Mientras Venezuela se derrumba en medio de una dolarización de malabares y una hiperinflación que no para, Maduro mueve a un pueblo hambreado para que cante “Mambrú se fue a la guerra” en calles, campos y azoteas de edificio.
La nación observó en distintos lugares un despliegue pantallérico de la cultura militarista que se ha impuesto en el país. Además de la exhibición de misiles, artillería y esas cosas, y que como “muestra de nuestra capacidad para resistir el ataque de los EEUU”, también vimos el uso de una masa de gente uniformada que no simboliza profesionalización castrense, sino un paramilitarismo de montoneras, irresponsable y costoso. Sobre todo en eso de lo costoso cuando se hace en un país con tantas necesidades en materia de salud, alimentación, infraestructura, servicios públicos y un largo etcétera. Hasta un compadre mío, que es más opositor que yo, lo encontré uniformado por ahí, y me dijo que estaba “aprovechando lo que estaban dando”; lo dejo hasta ahí.
El mantener a esta “milicia”, según la especialista en la materia Roció San Miguel, puede significar lo que ella ilustró vivamente con estas palabras, y la cito: “Calculo, en cifras modestas y muy conservadoras, que cada miliciano le puede costar al Estado en su formación mínima, de tres meses, logística empleada, uniformes y desplazamiento, entre 500 y 1.000 dólares”.
Apreciando el espectáculo de tanques y lanza misiles yo me pregunto: ¿si estamos bloqueados, si el régimen tiene cuentas bancarias en el exterior secuestradas, y por eso los anaqueles de las farmacias están en ascuas, si no tenemos acceso a las fuentes de ingreso, entonces cómo prefiere Maduro gastar plata en estos espectáculos, y gastar plata en alimentar, vestir, movilizar a una masa de gente que según él van para los 4 millones de milicianos?
¿Cómo un país tan enflaquecido en recursos, con 7 años que no crece, sino que retrocede en su PIB; que vende petróleo, pero a lo contrabandista; que vende oro, pero a lo escondidas, y que es el tercer país más pobre de Latinoamérica, puede sostener a dos ejércitos? Porque están las FAN, y su componente de profesionalización militar de infantería, marina, aviación y Guardia Nacional, y ahora el Régimen tiene un ejército de paramilitares, porque eso es la milicia.
Así fue como se derrumbó el sistema público de salud cuando el Estado no concentró sus recursos en fortalecer los hospitales, los ambulatorios, no dotarlos de tecnología y de servicios, y no mejorarle el sueldo a los galenos, bioanalistas, radiólogos, enfermeras, personal administrativo y obrero. Y dispersó manirrotamente recursos en un sistema de salud paralelo de centros “Barrio Adentro”, que hoy en día en un 70 por ciento no funcionan, e inventó la figura de deslucida profesionalización que se llama “médicos integrales”.
Así, al final de esta incubación irresponsable llamada “milicia”, ni las Fuerzas Armadas ni el paramilitarismo podrán enfrentar nada que ellos llamen invasión de potencia extranjera, porque hasta los gringos comeflores en el Congreso norteamericano y en la prensa se están percatando de que aquí no tendrán un nuevo Vietnam, porque eso es lo que están intentando vender para EEU y para Europa, ya que siguen montados en un espantapájaros de épica vietnamita que no existe.
Ahora bien, lo que si están desarrollando es más control social, político y electoral, encapsulando al pueblo pobre con más dádivas y más ideología barata; y por lo que se ve, para eso ya no les sirve las comunas. Ya no les sirve UBCH. Ya no les sirve el Psuv, pues ahora hacen tejido social totalitario y acuartelado con las milicias.
