Las parlamentarias esperan por nosotros, los demócratas

Opinión | febrero 2, 2020 | 6:28 am.

Lo que acaba de acontecer con motivo de las elecciones estudiantiles en la ULA debe servir como reflexión a quienes tienen todavía el síndrome de la no participación en las próximas elecciones parlamentarias.

Hasta ahora, todas las elecciones estudiantiles en las universidades autónomas han resultado nefastas y totalmente adversas para el pranato de Miraflores. Y ellos han hecho lo más perverso para tratar de imponerse. Pero no han podido inyectar en los tuétanos del estudiantado la cartilla bondadosa y bonhomía del bienestar y significado del socialismo del siglo XXI.

Esta situación que vive el conglomerado estudiantil y el afecto y repulsa hacia el gobierno es practicamente similar en todo el país. Por ello observamos en los altos niveles del gobierno una demora en anunciar la fecha de dichas elecciones parlamentarias, aunque tanto el usurpador de Miraflores como el trucutú con su mazo dando, permanentemente amenazan que están preparados y listos para ganarlas. Pero cuando conocen los resultados de las elecciones estudiantiles entran en un invernadero, e instruyen a la sala situacional de Miraflores que busque nuevos surcos de profundidad tautológicos para retomar nuevas argucias que les dé ánimo en fórmulas para seguir embaucando y manteniendo a los adeptos registrados en el carnet de la patria y de las bolsas Clap.

Por ello, acabamos de ver por las redes sociales y comunicacionales parte del discurso del usurpador con motivo de la instalación del infausto tribunal supremo de injusticias, haciendo un llamado a poner bella a Venezuela. Y expresando su asombro por el mal estado de Catia, en la parroquia Sucre, Caracas.

Esto a mi juicio puede tener varias lecturas: 1) Reconoce las malas gestiones de Bernal, Barreto, Rodríguez y la Erika Farías y la dilapidación y desvío de los dineros del estado.

2) Está haciendo un llamado a recomponer lo malo de quienes no le han puesto atención a la ciudad capital.

3) Se quiere presentar como el gobernante capaz de enmendar los errores y tomar decisiones, para que lo perciban como quien ejerce la autoridad y mando en el ejercicio gubernativo.

Son estrategias de dicha sala situacional para tratar de recuperar algunos de sus adherentes decepcionados por su mala gestión y a los incautos e indecisos que están dentro del segmento de los ni-ni.

Considero que las opciones están encima de la mesa. Los estudiantes democráticos se han impuesto en buena lid, y el pueblo formado con su cultura democrática de 40 años está, desde mi punto de vista y ante la angustia que se vive en el día a día con los problemas sociales, económico, político, de salud, de transporte, de recreación, de cultura; dispuesto a salir de esta angustia y dar un paso definitivo para sacar a estos delincuentes del gobierno y buscar un cambio de modelo.

En la dirigencia política que dice encarnar el liderazgo de la oposición democrática está el encauzar y dirigir el sentimiento de la mayoría para lograr ese cambio. Para después es tarde.

Esa propuesta de cambio debe empezar ya. Está en nosotros orientar a nuestra familia, amigos y compañeros para que asumamos esa decisión con contundencia.

Recordemos los casos de Mandela, Walesa, entre otros, y al reciente de Bolivia, al cual la brisa bolivariana emanada del encuentro realizado por el Foro de Sao Paulo en Caracas, sacó al productor y distribuidor de coca, Evo Morales.

Y como según, ahora próximamente se va a realizar otro evento similar en Caracas, esperemos que su brisa o huracán motive a los venezolanos para que comparen cómo este gobierno dilapida los dineros de la nación en eventos políticos que no les hacen ningún aporte y bienestar a los venezolanos – mientras la parroquia de Catia en Caracas se asemeja a Bagdad.

Y que dicho evento nos permita también a los demócratas recomponer la estrategia para encauzar el potencial que tenemos, para ir todos juntos al próximo evento electoral y eliminemos a este cáncer del chavismo y madurismo, y devolvamos la salud democrática a todos los venezolanos.

La mayoría espera por nosotros.

Historiador