La lucha es luchando
Es lógico que exista un agotamiento en el ánimo de muchísimos venezolanos. Es razonable escuchar expresiones como «hasta cuándo», «esto no se va terminar» o «Maduro no sale».
Y cómo reprocharles algo a todos esos venezolanos que sufren por el incremento de los alimentos, que comen una sola comida al día. Cómo criticar a esas personas que tienen que partirse el lomo para medio conseguir lo suficiente para sobrevivir.
Es normal que luego de tanto tiempo y de tantos intentos, muchos venezolanos pierdan las esperanzas. Que muchísimos opten por salir del país en busca de lo que aquí se les niega: Una vida feliz.
Sin embargo, estoy convencido como venezolano, como padre, como emprendedor, como hombre de trabajo y como servidor público que el alba está a punto de aparecer en el horizonte, que esta larga noche de 20 años está por terminar.
El presidente Juan Guaidó es una bocanada de esperanza, es una brisa de ilusión y de porvenir para millones de venezolanos dentro y fuera de Venezuela. Sé que su liderazgo, a pesar de los ataques de los usurpadores y de traidores, se está sembrando en los corazones de la inmensa mayoría de este pueblo.
Guaidó es el Presidente y está realizando una ardua labor. Él es el Presidente y está luchando para rescatar los símbolos del poder. Sus victorias en el plano internacional son innegables, sus avances son cada vez más notorios, y esto a pesar de estar batallando con un rival que es tramposo, manipulador, y con demasiados recursos económicos a su disposición.
Y es que desde un principio, todos nosotros, sabíamos que no iba a ser fácil. Sabíamos que quienes secuestraron el poder no lo iban a soltar con facilidad. No obstante, ni Guaidó ni los venezolanos tuvimos miedo ayer al iniciar esta lucha, ni lo tendremos hoy para continuarla hasta lograr el cese de la usurpación.
La lucha es luchando, mientras Maduro busca seguir atornillado en el poder, nosotros debemos seguir empujándolo fuera de él. Debemos, los políticos por un lado y la ciudadanía por otro, arrimarlo fuera del coroto, y despojarlo de cualquier trinchera o guarida donde se pueda esconder.
La lucha es en el plano internacional, donde ya el presidente Guaidó le ha propinado enormes palizas a Maduro, también la lucha es en la arena política-institucional donde Maduro, en complicidad con los traidores, ha secuestrado las instalaciones del Palacio Federal Legislativo; y la lucha es en la calle con el pueblo detrás de Guaidó.
Y esa lucha de calle se retoma con fuerza este 10 de marzo, cuando los venezolanos que amamos la libertad, que soñamos con un país de todos los derechos para todas las personas logremos movilizarnos y decir a toda voz: «Aquí estamos listos para ser libres».
Acompañemos al presidente Guaidó, acompañemos a nuestros líderes democráticos a conquistar el camino de la liberación, acompañémonos los unos a los otros para así derrotar a un régimen que ha aniquilado al país, que llevó a Venezuela de ser emblema de América a ser un lamento para el continente.
PD: Nos vemos este 10 de marzo en la calle. Nos vemos con las banderas de siempre y las esperanzas de siempre, nos vemos allá venciendo la apatía y el desgano, recuperando nuestra ilusión y nuestras ganas de luchar por una Venezuela diferente. Fuerza y Fe.
@wcaballerolopez