«Heil Maduro»
Emocionadísimos llegaron a la sede del Psuv el Presidente del Comité Olímpico y el Ministro del Deporte. ¿Qué los trae por aquí camaradas?, le preguntó Diosdado.
-Queremos informarle de un hecho único que vimos en nuestro reciente viaje a Tokyo, con motivo de los Juegos Olímpicos 2020 y consideramos que puede ser de gran utilidad para superar el aislamiento internacional a que nos tiene sometido Guaidó y el imperialismo norteamericano.
Soy todo oídos, dijo Diosdado con cierto desgano.
-Camarada, queremos informarle que el Comité Organizador de los Juegos aprobó, luego de una amplia consulta, mantener «El Manji» durante la celebración de las Olimpiadas…
¿Y qué vaina es ese Manji? dijeron al unísono todos los miembros del Comité Central del partido presentes en la reunión.
– Camaradas, permítannos explicarles. El Manji, en el budismo japonés, es un símbolo espiritual muy importante. Representa la interacción armoniosa de los opuestos, cielo y tierra, día y noche etc, etc. La Esvástica es un símbolo de paz, prosperidad y buena suerte para cerca de 2.300 millones de personas, un tercio de la población mundial. La mayoría de ellos se encuentra en Asia, donde es un emblema sagrado para el budismo, el hinduismo, el jainismo y el odinismo.
Lo más sorprendente para la mente occidental es comprobar cómo en los años veinte y treinta se convirtió en una marca comercial en EEUU. En 1925, Coca Cola fabricó una insignia de la buena suerte con forma de una esvástica con la inscripción «Bebe Coca Cola». Los Boy Scouts la imprimieron en postales, ropa, joyas o medallas al mérito
Actualmente, en Japón se emplea en los mapas para ubicar los templos budistas, una religión que profesan unos 46 millones de personas en el país. Pero, desde que Adolf Hitler la secuestró en 1920 para convertirla en la marca registrada del Tercer Reich, se convirtió en la representación gráfica del antisemitismo, el odio y la superioridad racial. Bajo las banderas y los estandartes nazis murieron más de seis millones de personas entre 1935 y 1945…
Ahora, menos los entiendo, ¿qué carajo es lo que ustedes proponen?, señaló Diosdado con cara de arrecho.
-Bueno, como ya es un hecho que no va a existir ninguna prohibición en el uso del símbolo de la esvástica (Manji) a pesar de su simbolismo con el nazismo. Deberíamos aprovechar la oportunidad que nos brindan para que en el desfile inaugural de los Juegos, nuestra delegación salude con su brazo izquierdo (no el derecho, como los alemanes) y llevemos banderas con nuestra esvástica revolucionaria «4F» que si la giramos un poquito es similar a la de los nazis, y griten a todo pulmón para que sea escuchado en todo el estadio ‘Heil Maduro»…
Verga, se volvieron locos. Su propuesta es que reivindiquemos a Hitler. ¡Qué bolas tienen ustedes! Si hacemos eso, terminamos de jodernos… con razón el deporte nuestro está tan jodido. Si así piensan sus dirigentes, ¿qué más podemos esperar?
-No se apresuren en juzgarnos, dejennos terminar…
¿Todavía les queda algo más?
-Claro, nos toca explicar el por qué de la propuesta. Si hacemos el saludo y la consigna que estamos proponiendo tengan la plena seguridad que una vez la imagen recorra el mundo, de inmediato tendremos el apoyo de todas los grupos o partidos neonazistas del planeta: Vox de España, el Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD), Partido de la Libertad de Austria, la organización Bloed, Bodem, Eer en Trouw (Sangre, suelo, honor y lealtad) de Bélgica, Golden Dawn 9 Amanecer Dorado) de Grecia, El Frente Nacional de Jean Marie Le Pen y el Joven Nacionalismo Revolucionario de Francia, Forza Nuova, Frente Nazioanle y el Movimiento Idea Social de Italia, British National Party y Combat 18 y el UKIP del Reino Unido, el Afrikaner Weerstandsbeweging y el Blanke Bevrydingsbeweging de Suráfrica, Sumka de Iran, Patah Tikva de Israel, Uyoku Dantai de Japón. Además, den por seguro el apoyo irrestricto de Bolsonaro y de los Estados Unidos con más de 150 agrupaciones neonazis en donde ocupa un lugar preponderante el Ku Klux Klan.
Los miembros del Comité Central del Psuv, al escuchar todo aquello, quedaron con la boca abierta y, se regocijaban en que por fin iban a ponerle el cascabel al gato Guaidó y a sus cincuenta países secuaces. El mundo está con nosotros se decían unos a otros. Todos se pusieron de pie y en lugar de aplausos, gritaban con su brazo izquierdo alzado «Heil Maduro» simultáneamente hacían sonar los tacones de sus zapatos como los antiguos miembros de las SS y la Gestapo de Hitler.
A Tokyo vamos con todo. Arreaza, gritó Diosdado, mueve ese rabo y visita a todos esos países para preparar el show olímpico 2020.
-Camarada, y ¿cómo lo hago? Si tenemos prohibición de entrada en la mayoría de esos países, ripostó Arreaza.
Entonces, nos jodimos….