¿Es Falcón pendejo?
La política venezolana demuestra que murió el pudor y en su lugar se ha entronizado el cinismo. Por supuesto que esto viene desde aquellos días en que un Gonzalo Barrios dijo que “en Venezuela no hay razones para no robar”.
Pues bien. En esa picaresca criolla denominada Mesa de Diálogo Nacional se apareció el representante del imperialismo ruso, el protector de Maduro (sobre eso de la injerencia extranjera los que están sentados allí nada más le echan la culpa a Guaidó), el canciller de Vladimir Putin, Sergei Lavrov, y frente a él se ubicaron el régimen usurpador y la “oposición a la medida” de Maduro representada en un Timoteo Zambrano, un Claudio Fermín, un Javier Bertucci y demás.
El que más llamó la atención de esos pillines fue el Henri Falcón, quien, con su voz engolada, le pidió al ruso lo siguiente: “La Mesa de Diálogo Nacional en este encuentro con usted canciller, sugerimos que los procesos que están por venir puedan contar con el acompañamiento no solo de Rusia, sino también de la comunidad europea, de otros países del mundo, en la consecución previa de esas condiciones y garantías electorales, que puedan acompañar esos procesos”.
En esa expresión, el descaro radica en invitar a Rusia a un acompañamiento electoral, pues se trata de un lugar en el planeta que tiene “añacatales” sin procesos electorales tal como lo establecen los estándares internacionales de legalidad. De transparencia, de control eficaz.
Y sobre eso hay sendos informes emanados no precisamente por los EEUU, que tampoco le pueden dar lecciones de moral electoral a nadie (caso Florida con Al Gore), sino por los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). La OSCE constató que el último proceso electoral en Rusia, como en los anteriores y que le dio una abrumadora victoria a la reelección de Putin, estuvo plagado de abusos y de una ausencia real de competencia; la ilegalización de partidos políticos, y que a el principal líder de la oposición en ese momento, Alexei Navalni, las autoridades del poder electoral, los “Tibisay Luceno” en Rusia, le impidieron su inscripción como candidato debido a que le abrieron un juicio por supuesto “fraude”.
Incluso, la elección presidencial efectuada en el 2018 fue catalogada por el candidato presidencial del Partido Comunista, Pavel Grudinin, como, y cito, “los comicios que han sido los más sucios de los que han tenido lugar en el espacio postsoviético. Está claro que el escrutinio y, en general todo el procedimiento de las elecciones, no fueron limpios».
Pues bien, ¿Henri Falcón no sabe que en Rusia no se hacen elecciones competitivas, además de que lamentablemente ese pueblo en verdad desconoce lo que es vivir en democracia, aunque sea “más o menos”, siendo eso una tara de toda su historia?
Entonces, ¿para qué van a venir los rusos a una supuesta convocatoria de elecciones aquí en Venezuela? Sólo faltó que Claudio Fermín pidiera también el acompañamiento electoral de Cuba, y Timoteo el de Corea de Norte.
¿Es Henri Falcón un pendejo, un gafo, un ingenuo, “una cándida paloma”, pidiéndole su acompañamiento en próximas elecciones a los maestros de la trampa electoral en Europa? No. No lo es.
El grupito que se sienta en esa “mesita” no es que no aprendieron nada del fraude de Maduro en el 2018, sino que no eran alumnos porque también eran artífices. Ellos no ayudan a la lucha democrática, sino que la vuelven mayonesa para acompañar el pan de sus más mezquinos intereses.