Efe: Iowa se debate entre la sobriedad de Biden o la revolución con Sanders
Des Moines (Iowa, EE.UU.), 3 feb (EFE).- El entusiasmo de los voluntarios que puerta a puerta piden a sus vecinos que acudan esta noche a los «caucus» de Iowa se mezcla con el cansancio acumulado, las cajas de pizza vacías y las tazas a rebosar de café para acumular energías de cara a la gran decisión: ¿Joe Biden o Bernie Sanders?
En la sede del senador Sanders en Des Moines, la voluntaria Sue Spicer echa los granos de café en un recipiente mientras decenas de personas entran y salen con una chocolatina, un plátano o un trozo de pizza.
«Un ejército marcha al ritmo de su estómago», dice a Efe Spiecer. Ella ejerce de «mamá» de la oficina de Sanders: hace las compras y se encarga de que todo el personal de campaña esté bien alimentado para que puedan «concentrarse» en ganar Iowa, el estado que inaugura las primarias del Partido Demócrata en EE.UU.
«La gente no entiende cuánta energía se necesita para hablar con desconocidos, ir puerta a puerta, de esa forma, especialmente si es la primera vez que lo hacen», explica Spicer ataviada con un gorro negro de rayas, dos trenzas y una chaqueta vaquera llena de chapas de Bernie.
Spicer va de un lugar para otro ofreciendo comida a los voluntarios. A unas horas de los «caucus», unas cien personas se han dado cita en la oficina de Sanders en Des Moines para, luego, ir de puerta en puerta, intentando convencer a los vecinos de que voten por su candidato.
La revolución colorida de «Bernie»
Sentados en sillas, los voluntarios escuchan el discurso de Ja’Mal Green, uno de los miembros de la campaña que asegura que, de los 11 aspirantes demócratas, Sanders es el mejor posicionado para vencer al presidente de EE.UU., Donald Trump, en las elecciones generales de noviembre.
«¡Esto es una revolución!», clama Green, que al mismo tiempo intenta calmar a los que expresan preocupación por las posiciones progresistas de Sanders, que se describe como un «demócrata socialista». «¿Podrá captar el voto del centro?», pregunta uno de los asistentes.
«La gente que va a lo seguro no entusiasma a nadie. Necesitamos un candidato que cree emoción, que lleve a la gente a votar», contesta Green.
Entretanto, algunos voluntarios ultiman unas pancartas de colores hechas a mano. También hay una figura de papel maché de la cabeza rosada de Bernie Sanders y un perro blanco que se pasea por la oficina y que, en el collar, lleva una chapa que dice: «Perros por Bernie, Eruff es Eruff».
Una pelea «muy ajustada» con Biden
Las encuestas ahora mismo dan la victoria a Sanders en Iowa por un estrecho margen de 4 puntos porcentuales en intención de voto frente al exvicepresidente Joe Biden.
«Va a estar muy ajustado», reconoció este lunes el propio Biden en una entrevista con la cadena NBC.
En su sede de campaña en Des Moines, el ambiente es de sobriedad, de una emoción «ordenada». Apenas hay una decena de personas que llaman por teléfono a los habitantes de Iowa para convencerlos de que Biden es el mejor candidato por sus ideas moderadas.
«Por ser un hombre de centro puede comunicarse con la gente del medio, la gente que no son demócratas o que son republicanos, pero republicanos desencantados con Trump. Biden puede alcanzar a esa gente, hay otros que pienso que no van a poder alcanzar a esa gente», señala a Efe Nelson Cunningham.
Este hombre, que habla español fluido, conoce muy bien a Biden, ya que comenzó a trabajar hace 25 años con él en el Congreso, cuando era senador, y lo describe como un hombre ante todo «decente».
«Lo conozco bien es un hombre bueno, decente, inteligente y para mí el líder propio de nuestro país empezando en noviembre», dice.
Sin embargo, Biden, que lidera las encuestas a nivel nacional, ha sido criticado desde el ala progresista del Partido Demócrata por su incapacidad para generar un entusiasmo similar al de otros candidatos como Sanders o la senadora Elizabeth Warren, también progresista.
Al calor de la recta final, Iowa se enfrenta este lunes a la decisión de decidir entre la sobriedad del «vicepresidente», como lo llaman sus simpatizantes, o la «revolución» de «Bernie».
Las encuestas dan a los dos el liderazgo, pero nadie descarta que otros precandidatos puedan dar la sorpresa. EFE