Casla Institute: Usan métodos cubanos para torturar a presos políticos
La influencia de Cuba ha generado aumento de los métodos de tortura contra los presos políticos en Venezuela.
Así lo dice un informe de Casla Institute, una ONG que promueve los derechos humanos y la democracia en Latinoamérica.
En 2019, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, denunció que Cuba había enviado a decenas de miles de agentes a Venezuela, para dar entrenamiento en tortura a las fuerzas especiales de policía y a las agencias de inteligencia venezolanas.
Asfixia, descargas eléctricas, ahogamiento simulado, violación sexual e intoxicación con sustancias psicotrópicas desconocidas, son algunos de los métodos de tortura que se intensificaron en 2018-2019, indica el Instituto CASLA.
También se introdujeron nuevas técnicas, como la perforación de las uñas de los presos políticos para insertar cables electrificados; o agujas también electrificadas en los genitales, dice la ONG.
“Los oficiales y agentes de inteligencia cubanos que pertenecen al Grupo de Cooperación y Enlace de Cuba (GRUCE), una unidad militar con base permanente en Venezuela. No solo entrenan a las fuerzas de seguridad del país, sino que participan en las sesiones de tortura de los prisioneros”, manifiesta la ONG.
El informe denuncia al embajador cubano en Venezuela como el principal proveedor de entrenamientos de tortura; afirma que “nada sucede sin su conocimiento”.
“Los agentes cubanos, conocidos entre las fuerzas de seguridad venezolanas como “los isleños”, operan desde el Fuerte Tiuna, en Caracas. Pero también tienen acceso a centros clandestinos de tortura, ubicados en las agencias de inteligencia y viviendas confiscadas”, agrega la ONG.
Los agentes cubanos, según el informe, también capacitan a oficiales de las Fuerzas Armadas Bolivarianas en técnicas de represión, intimidación y vigilancia, para espiar a sus propios colegas y familiares, dirigentes políticos y sociales, y para controlar los disturbios.
«El uso de la tortura ha sido clave en el régimen de Maduro para castigar a opositores y obtener confesiones de las víctimas, incluyendo acusaciones», concluye el informe. El aumento de las sesiones de tortura, agrega la ONG, permite que el régimen patrocine el miedo y continúe con el control social.