Pensamiento, palabra y acción
Escribo el domingo en medio de serias dificultades con la luz, el Internet y, como si fuera poco, en mi equipo se borraron los contactos por los que directamente acostumbro enviar estas líneas. Así es que debemos improvisar contra nuestra voluntad.
Este lunes 20 de enero del 2020 deberá convertirse en otra fecha magna de la vida política y social del país. Se trata de la constitución y presentación al país del Consejo Superior de la Democracia Cristiana para Venezuela, creado por decisión de la Organización DC de América (ODCA) con el apoyo de la Internacional de Centro Democrático (IDC) que preside el expresidente de Colombia Andrés Pastrana.
La idea central de esta iniciativa es superar los increíbles e inaceptables enfrentamientos que mantienen a Copei en situación crítica desde hace algunos años y aportar a la vida política un nuevo instrumento para fortalecer la lucha contra la dictadura tiránica que se mantiene en el país. No hay intereses personales, grupales o económicos en este Consejo Superior. La actividad deberá estar basada en una seria de principios básicos y normas éticas que se han desdibujado en algunos dirigentes protagónicos.
Siempre hemos dicho que los pueblos son superiores a sus dirigentes. Lo mismo pasa en el partido. La base copeyana, enorme y auténticamente democrática, también demuestra ser superior a quienes están atrincherados en cualquiera de los sectores que participan activamente en la crisis, más allá de las autoridades legítimas existentes. Esa base necesita trascender el inmediatismo electoralista de algunos y las absurdas ideas colaboracionistas con el régimen para mantenerse en estado de cohabitación inaceptable. La tarea es enorme, pero el objetivo central, en lo inmediato, es contribuir de manera eficiente al cese de la tiranía que empieza con la salida de Nicolás Maduro Moros. No para volver al pasado, sino para construir una Venezuela verdaderamente libre y auténticamente democrática. Esto es posible y necesario.
Este proceso Demócrata Cristiano apenas está empezando. Algunos valiosos compañeros de Copei serán integrados en los próximos días. Nadie debe sentirse excluido, antes por el contrario, el llamado es a todos los que compartan los objetivos generales y específicos del momento.
Una de las ideas fundamentales es poder conjugar el pensamiento con la palabra y esta con la acción que corresponda a ambos. El continente y el mundo están muy atentos a cuanto sucede en Venezuela. A veces a esa comunidad internacional tan importante le echamos baldes de agua fría. Sin embargo, se mantiene firme en el apoyo a quienes encabezan la lucha por la liberación definitiva de Venezuela.
En el régimen hay serios problemas que tocan la ética y la política con mayor profundidad que en el campo de la oposición. Se van cerrando cada vez más sin percibir el enorme aislamiento que hoy los caracteriza.
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