La grabación de Marquina
El viernes 17 de enero el diputado Alfonso Marquina dio a conocer un audio sobre una conversación entre él y el diputado José Gregorio Noriega. El contenido es extremadamente grave y en cualquier país medianamente civilizado ello hubiese provocado una investigación conducente a la condena de los allí señalados.
¿Qué se dice en esa grabación? El diputado Noriega habla de una operación de compra de diputados con el objeto de evitar que el 5 de enero se eligiese a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, para lo cual habría abundante dinero en dólares, a una tasa de US$ 700.000 por cabeza. Este monto surge de un forcejeo porque, según Noriega, ellos aspiraban a US$ 1.000.000 por cada diputado comprado para finalmente cerrar la operación en US$ 700.000, de los cuales recibieron una cuota inicial de US150.000.
En la aritmética de Noriega se habla de una lista de treinta parlamentarios a ser objeto de la transacción que sumados a los votos del Psuv más otros votos realengos pero también comprables, esa masa de corruptos se apoderarían de la Asamblea Nacional para ponerla al servicio de Maduro.
El costo total de la operación era US$ 21.000.000 al multiplicar los treinta diputados comprados por el monto señalado, Algo muy importante y de mucho valor para el régimen estaba en juego que decidieron apostar esa suma. Y efectivamente, lo que estaba en juego era nada menos que apoderarse de la única institución que la dictadura no ha podido someter: la Asamblea Nacional.
La pregunta obvia es de dónde proviene esa cifra millonaria. La respuesta la da el propio Noriega: la pondría Nicolás Maduro.
En la conversación grabada Noriega dice que el grupo promotor de este pacto se había reunido con Maduro para cerrar la operación mercantil en referencia. Es decir, que el mismísimo Maduro estaba dirigiendo esa negociación para comprar diputados con el objeto de tener una Asamblea Nacional a su servicio y era tan delicado ese trabajo que no comisionó a nadie sino que lo hizo él mismo.
Involucrados Luis Parra, Franklin Duarte, José Brito y Noriega, se ponen en funcionamiento para el 5 de enero hacer un verdadero papelón toda vez que no pudieron ni siquiera hacer quórum para instalar la Junta Directiva para la elección del Parlamento. Y fue tan bochornoso el evento que tuvieron que recurrir a un ex diputado de Carabobo de apellido Agüero a quien trajeron desde un geriátrico para juramentar a una directiva espuria.
Con razón, Francisco Torrealba, un operador importante en esta cloaca parlamentaria, había dicho unos días antes del 5 de enero que habría una sorpresa ese día. Claro. Él estaba en la jugada. La otra cara de la dictadura, Cabello, dijo que Parra era un traidor y que no había que confiarse de él.
Pero el régimen no invertiría US$ 21.000.000 solo para comprar votos.
El plan también incluye robarse las tarjeras de Primero Justicia, Voluntad Popular y AD con una maniobra ante el TSJ. Ahora, a Luis Parra y los suyos no los quiere nadie y corren un real peligro al incumplirle a la mafia y quienes lo hacen deben atenerse a las consecuencias. No es fácil tratar con Al Capone.