La destrucción se intensifica al sur del Orinoco
La industria petrolera venezolana ha sido destruida por Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Rafael Ramírez Carreño, Eulogio del Pino y Manuel Quevedo como principales asesinos, pero no son los únicos. La riqueza petrolera ha desaparecido debido a la orgía de corrupción, ineptitud e indiferencia del chavismo / madurismo en función de gobierno.
Ahora esa pandilla de criminales ha desviado su atención a los recursos minerales de la región del sur del Orinoco, limítrofe con Colombia y con Brasil, con el objetivo de llevar a cabo un asalto despiadado a los recursos minerales de esa región.
Este asalto está en pleno desarrollo y comenzó de manera organizada desde que Chávez llegó al poder. Para ser enteramente justos el desastre ecológico y minero al sur del Orinoco había comenzado desde antes de la llegada de Chávez. Las fuerzas armadas, los políticos regionales de Guayana y los aventureros colombianos y brasileños tienen décadas saqueando el sur del Orinoco debido a la negligencia de los gobiernos de turno. Cuando fui Director General de la CVG, en 1995 -1996, pude constatar en el terreno los desastres ecológicos que se llevaban a cabo en la zona de El Polaco, los cuales denuncié públicamente en un libro, en la prensa local de Guayana y en mi blog, sin que sucediera nada. Peor aún, cuando hice estas denuncias en Guayana algunos de quienes me adversaron con más ahínco fueron algunos de quienes hoy se dan cuenta del desastre y lo combaten. Mejor tarde que nunca.
¿Cuál es la situación actual?
La región del sur del Orinoco ha sido conocida por muchos años como depositaria de significativos recursos minerales, en especial oro, diamantes, hierro, bauxita, lo cual le ha dado a la región un atractivo real y ha generado, en el caso del oro y los diamantes, una actividad extractiva irregular, violatoria del ambiente y corrupta.
No hay dudas de que la región contiene importante recursos forestales y minerales, lo cual la expone al pillaje, al saqueo, al desorden, todo lo cual ha caracterizado la vida de Guayana por muchos años.
Pero a ello debemos agregar que en los últimos 10 a 15 años el régimen de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro ha llevado a cabo una campaña publicitaria similar a la que llevó a cabo para la Faja del Orinoco en el sector petrolero, esta vez dirigida hacia el sector minero en la cual se anuncia la existencia de grandes depósitos de minerales estratégicos y de especial valor en, la región, especialmente el llamado coltán, nombre que se le da a un mineral hibrido columbita y tantalita, dos minerales que se utilizan en la manufactura de computadores, teléfonos portátiles y el sector electrónico en general. Este es un mineral apetecible y que ya ha generado crueles conflictos políticos y sociales en el Congo, país donde existen las mayores reservas conocidas.
La campaña de Chávez y Maduro parece estar dirigida a atraer el apoyo político y económico de países como Irán, Rusia y China y ha sido acompañada de una actividad militar pronunciada en la zona, mediante la cual se llevan a cabo toda clase de abusos de poder. Sin embargo, lo que todavía no se conoce, al menos no lo he podido encontrar publicado, es el potencial real del coltán en Venezuela. Cuando llegué a la CVG en calidad de Director General, en 1993 encontré un estudio bastante completo sobre los recursos minerales de la región guayanesa, en el cual se describían unas 450 minas y áreas de explotación minera en esa zona.
Este es un informe esencialmente geológico que enumera, para ese momento, lo conocido sobre los recursos minerales de la región. El coltán no figura allí como mineral de importancia. Hoy en día los principales recursos mundiales de coltán se encuentran en unos doce países, entre los cuales no figura Venezuela. En 2019 El Efecto Cocuyo publicó una lista de los recursos minerales de la zona al Sur del Orinoco, criticando lo que llamó una exageración de esos recursos, sin mencionar al coltán.
No quiero decir con esto que no exista coltán en la zona. Existe y está siendo irregularmente extraído.
Lo que digo es que su importancia pudiera haber sido groseramente sobreestimada por Chávez y Maduro a fin de estimular y justificar la presencia de países forajidos en el territorio venezolano. Esto es lo que parece estar sucediendo. El sur de Venezuela se ha llenado de toda clase de criminales venezolanos, guerrilleros colombianos, garimpeiros brasileños, iraníes, rusos, todos en búsqueda del nuevo Dorado. Quienes conocen a fondo el problema argumentan que existen sectores de la Comunidad Indígena que también participan en el saqueo. La región parece encaminada a ser un nuevo Congo.
La Sociedad Civil venezolana está luchando en contra de este saqueo. La iniciativa SOS Orinoco tiene como objetivo llamar a la conciencia universal sobre el crimen que se está llevando a cabo en la región del sur del Orinoco, la cual es patrimonio de la humanidad, no simplemente territorio venezolano. Si el mundo civilizado no actúa con rapidez, esta inmensa zona al sur del Orinoco, llena de grandes bellezas naturales, de una fauna y una flora única, será destruida por estos bárbaros.
La mitad del territorio venezolano se encuentra hoy expuesta a la barbarie. Venezuela debe ser intervenida. Se trata no solamente de un país sino del planeta. Regresaremos sobre este tema, al conocer mejor la dimensión del problema y quiénes exactamente son sus protagonistas.