Espulgando la camisa con las uñas
La decisión del presidente Juan Guaidó de salir del país y asistir a la Cumbre Hemisférica sobre Terrorismo en Bogotá es un acto asertivo y desafiante que concede un mar de aliento y elevación moral a todos los venezolanos. En momentos que Venezuela sigue atravesando inmensos coletazos de incertidumbre y letargo, el presidente Guaidó asume una vez más su liderazgo y sale por el mundo a llevar un mensaje de denuncia, socorro humanitario y restauración democrática, cara a cara, foro a foro. Todo una épica de valor y liderazgo que reforzará la removilización y el repliegue de todas las fuerzas vivas de Venezuela y el mundo a nuestra causa libertaria.
Como los santos de Francia: Claros y sin vista
La salida del Presidente Juan Guaidó fue desconcertante para el régimen quien siente lo controla todo en Venezuela. En un estado secuestrado que no declina su vocación represiva y autoritaria, Juan Guaidó decide asumir el desafío de sacudirse “el encierro” y va a denunciar ante la comunidad internacional-personalmente-no sólo las carencias humanitarias y democráticas de nuestro país, sino el peligro que significa la permanencia de Maduro, quien ha arreciado en el interés de suprimir el último vestigio de institucionalidad: la Asamblea Nacional.
Guaidó podrá decirle a la comunidad internacional: Venezuela no aguanta más. Intervengan de forma decidida y contundente en búsquedas salidas rápidas y eficaces a la grave crisis política, social y económica que atraviesa nuestro país. Los intereses que están en juegos no son sólo los nuestros sino los del mundo libre, pacífico y demócrata. En Venezuela lo hemos hecho todo, lo hemos arriesgado todo y lo hemos dado todo… Su comparecencia a la Cumbre Hemisférica sobre terrorismo y la confección de una agenda internacional que tocará foros económicos, parlamentarios y de gobierno, será una oportunidad de oro para exponer a viva voz el peligro que significa la continuación de Maduro en el poder y sus alianzas con el mundo terrorista, radical, autoritario y mafioso.
En un mundo globalizado el compromiso debe ser superior a la retórica. Los mandatarios de las democracias más importantes y solventes del planeta tienen una excelente oportunidad para emplazar a sus gobiernos y parlamentos por la defensa del pueblo Venezolano, en momentos que el régimen ha decidido radicalizar sus acciones represivas contra la resistencia, sus dignos diputados y los venezolanos. El presidente Juan Guaidó Márquez en una clara demostración de valentía, gallardía y compromiso estadista, se levanta y deja con los ojos claros y sin vista a un poder fanfarrón que hace alarde y cabalga orgulloso la manera como sus guardias pretorianas y paramilitares disfrazados de colectivos, agreden al pueblo y sus representantes legítimos. Guaidó con carácter y determinación enrostra todos los cercos para romper cadenas. Recordemos que hace días la caravana presidencial fue destrozada no precisamente con granos de arroz, lo cual a todas luces fue un magnicidio en grado de tentativa. Por cierto un acto ante el cual la Corte Penal Internacional se mantiene impávida e inerme y cuya pasividad será igualmente puesta en elocuencia.
Si la montaña no viene a Mahoma…
Esta nueva gira internacional del presidente Juan Guaidó la realiza a la víspera -decíamos- de arremetidas muy graves del régimen que han llegado al punto de atentar contra la vida del presidente Guaidó y de diputados de la Asamblea Nacional. Es poner en evidencia una lucha muy desigual y salvaje, por el rescate de nuestros principios republicanos.
La posibilidad de sentarse uno a uno con el Presidente Duque en Colombia, con el Secretario de Estado Mike Pompeo, con el propio Presidente Trump; de acudir a foros internacionales en Europa y en otras latitudes del orbe, elevará el costo político de las alianzas y de mantenerse muy diplomáticos ante la avanzada plutocrática, autoritaria y abusiva del régimen de Caracas. Se abre un nuevo compás de compromisos del mundo con la restauración democrática en Venezuela donde pasar de lo discursivo a la acción será un objetivo impostergable
El impacto interno que tendrá esta gira internacional el presidente Guaidó es igualmente importante. Una cascada de aliento y refortalecimiento moral para una población sumamente cansada y embriagada de desesperanza que la atrapa asfixiantemente. Si la montaña no viene a Mahoma, mahoma irá a la montaña. Y como dice el refrán abrojos abren los ojos por lo que es hora de sembrar raíces gruesas y compuestas de frutos jugosos en medio de espinas y venenos…
Acelerando la transición
Toda transición política demanda actos realistas y simbólicos. No basta liderar una transición como lo hizo Adolfo Suárez en España, António Ramalho Eanes en Portugal, Patricio Aylwin en Chile, Rómulo Betancourt en Venezuela, Sanguinetti en Uruguay o Neves en Brasil. Antes es necesario seducirla y protagonizarla. Es la dinámica de la voluntad constructiva promotora del cambio, que no apela al «resuélvemelo tú”, a la externalidad, sino el aquí estoy espulgando la camisa con mis propias uñas… no con los de la vecina. Y eso inspira. Se acelera el cese de la usurpación. Se cataliza la transición. !Vamos bien!
@ovierablanco
Embajador de Venezuela en Canadá