Entre soldado y guerrero
La vida se enriquece y profundiza cuando los humanos entienden las diferencias conceptuales, su uso y significado. Somos testigos de un mundo que pierde cada vez más la capacidad de pensar. Las grandes multitudes como intuyó, hace más de medio siglo Ortega y Gasset, no son más que «masas» humanas condicionadas por los abalorios de falsos mensajes. Su pensamiento parece tener más vigencia que antes.
La sociedad contemporánea puede captar la diferencia entre los conceptos de soldado y guerrero, que aparentemente aunque ambos estén ligados a la guerra, sus contenidos son diametralmente opuestos. El soldado como señala el origen de la palabra, es quien va al combate estimulado por un estipendio, que es su motivación principal. Por ello observamos alrededor del planeta centenares de hombres y mujeres jóvenes muriendo sin saber por que.
El guerrero es aquel hombre o mujer que combate por sus ideales y creencias y no le importa dejar su cuerpo hecho jirones, en calles y avenidas o sobre la arena o la roca, pero ello constituye parte de su propio dogma. Estos son los hombres que a través de la historia construyen sociedades dignas y hacen avanzar a la humanidad por sendas de esperanzas y utopías.
Sobre las duras calles de las impasibles ciudades hay cientos de guerreros y miles de soldados, que todos los días salen a su campo de batalla. Lo rural y agrícola, las selvas, los mares y el espacio aéreo también cuentan con estas dos clases de seres, cuyas vidas transcurren por el tiempo-espacio y desaparecen. Sin embargo, los guerreros dejarán su huella profunda, en los círculos de su entorno. Los grandes guerreros marcaron la historia y viven en la estela mitológica de los pueblos.
Descrito el significado, nuestros lectores podrán sacar sus propias conclusiones y definir a los hombres y mujeres, que marchan por calles y avenidas de todas las ciudades del país, portando en sus manos el pabellón tricolor, para exigir el cumplimiento de uno sus derechos constitucionales, ante un régimen que con un disfraz de demócrata ha conculcado los más elementales principios de nuestra sociedad, generando al mismo tiempo odio y violencia.
Forjar la historia es seguir y aprender de los guerreros, porque es avizorar un futuro mejor, lejos de la convulsión gigantesca y visión egoísta de un régimen, cuya hegemonía será aplastada en cualquier momento por haber truncado con palabras y más con hechos la libertad, justicia y democracia del pueblo venezolano.
No olvidemos que en la vida cotidiana se puede elegir entre ser guerrero o soldado y definir nuestro destino y la visión de trascender por encima de todas las cosas. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, estudiantes, obreros, campesinos, profesionales, empresarios, en fin, la sociedad entera de Venezuela seguros estamos son guerreros; y por eso estamos también seguros encontraremos los puntos de motivación que aglutinen las acciones en una sola dirección para salvar el futuro. Es el momento oportuno.
Queramos o no, nos guste o no… las guerras han sido y son uno de los factores decisivos para el devenir de la Historia de la Humanidad. Desde que el hombre existe ha guerreado y peleado por diferentes causas: la supervivencia, el alimento, el territorio, la religión, los recursos… Y aún hoy día seguimos envueltos en guerras aunque en nuestra acomodada vía diaria no lo notemos.
Las noticias en la televisión, en los periódicos y especialmente en Internet nos ofrecen cada día imágenes de conflictos lejanos, que hacen que hoy día nos sintamos alejados de ellos. Sin embargo, ahí están aunque a veces tengamos una actitud casi indiferente ante ello.
Pero hay muchos más guerreros cuyas acciones en el campo de batalla -y a veces fuera de ella- han transformado el mundo para llegar hasta lo que conocemos hoy día. La Historia no es sino el recorrido del ser humano en la Tierra y en esta travesía la guerra y las batallas han tenido un papel protagonista sin lugar a dudas.
Muchas cosas que conocemos hoy día no serían igual si los resultados de algunas batallas hubieran sido otros y aquí el papel de los guerreros es innegable, tanto de los que lucha en primera línea como de los generales, capitanes y demás que los guiaron.
¡Ni un paso atrás!
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
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