Ciudadanía = Política

Opinión | enero 23, 2020 | 6:18 am.

Desde hace mucho tiempo en Venezuela se ha impuesto una modalidad de despolitización de la ciudadanía; una tendencia donde el ciudadano se desentiende del quehacer político porque ha relacionado a la política con antivalores, corrupción o ambiente para el pillaje.

Esta concepción, producto del mal ejercicio de algunos «políticos» y gracias a la apetitosa comodidad de dejarle a otros una responsabilidad compartida, ha hecho que los venezolanos no asumamos nuestro rol como ciudadanos.

Además, en reiteradas ocasiones confundimos la «política» con la «política partidista», y éstas son dos acciones plenamente opuestas. La primera obedece a la acción voluntaria de cada uno de los integrantes de la comunidad y la otra obedece a los principios ideológicos o doctrinarios de cada agrupación movida por la necesidad de acceder al poder.

En la antigua Atenas, donde surgió la idea de democracia, cada uno de los atenienses era político, es decir ciudadanos interesados en los asuntos de la «polis» que no es otra cosa que la «ciudad».

Para los atenienses cada individuo con respeto, interés y consciencia del bien común era un político, y esto no implicaba alguna apetencia por la conducción del Estado, no, simplemente era su deseo de contribuir al desarrollo, armonía y progreso de Atenas.

En cambio, aquellos que no deseaban ayudar a los demás, a los que poco le interesaba el bienestar colectivo o de la ciudad, que solo se centraban en su particular e individual bienestar era calificados como idiotas, término que más tarde evolucionará al concepto de insulto que hoy le otorgamos.

Es decir, para los atenienses todo ciudadano que trabaje por el bienestar de otros, por el bien de la ciudad es un político. Y justo este concepto es el que debemos rescatar en Venezuela y separarlo al de «político partidista», el cual encierra otra idea.

Y ¿qué es el político partidista? Es aquel que toma una idea social o económica y desea llevarla a la prácticas a través del acceso al poder; en teoría el político de partido es un ser que busca arribar a espacios de decisión con el propósito de servir a la comunidad.

El gran problema, y génesis de la antipolítica venezolana, es que muchos actores de la política partidista han llegado al poder para servirse de ésta y no para servir a la sociedad. He aquí, estimados lectores, el gran error cometido.

Los ciudadanos venezolanos no podemos seguir viendo a la distancia la vida pública, pensando que distantes no se verá afectada nuestra vida privada, cuando más bien por asumir esa actitud se ve afectada totalmente nuestra calidad de vida.

Necesitamos menos habitantes y más ciudadanos, necesitamos más política ciudadana y menos diatriba partidista; necesitamos más trabajo de todos y menos críticas desde la comodidad de nuestras casas u oficinas.

Sí, la ciudadanía es igual a la política, porque la política, en su sentido filosófico, es la vida en sociedad, es la comunidad, es el ejercicio en torno a la ciudad. Por eso, seamos, todos los ciudadanos, parte activa de nuestras «polis».

@malemalaver

Junta Directiva Nacional del CIV y Presidente de la ONG Gente y Ciudad