Aniversario de Copei y diputados corruptos
Los partidos políticos de masas se han venido a menos en el mundo. Venezuela no podía ser la excepción. Algunos estudiosos del tema sostienen que tienden a desaparecer. Otros afirman que es necesario renovarlos y adaptarlos a la época de los modernos medios de comunicación. Al respecto se alega que, unos más, otros menos, se han vuelto incapaces de representar los intereses del electorado, han caído en el clientelismo electoral y en la corrupción, y que su dirigencia se perpetúa en la cúpula.
Hoy otros actores, como diferentes organizaciones de la sociedad civil, tratan de llenar ese vacío enfocándose en aspectos específicos tales como el combate de la pobreza, defensa del medio ambiente, los derechos de la mujer y de los diferente tipos de sexo, la educación, los derechos humanos y muchos otros. Sin embargo los partidos políticos siguen siendo imprescindibles, al menos por un largo trecho.
En tiempos de dictadura, como los que vivimos, los partidos son acosados por el régimen y también por los ciudadanos de a pie que a veces les piden lo imposible. En estas aguas turbulentas los dirigentes tienen que hacer gala de sus mejores cualidades para pelear contra la dictadura y convencer al electorado de que los corruptos y los ambiciosos son los menos y que su objetivo es sacar a Maduro y su pandilla para poder recuperar al país.
Un día como ayer 13 de enero, hace 74 años, nació el partido social cristiano Copei, como contraparte al partido social demócrata Acción Democrática. En su etapa inicial tuvo que enfrentar a algunos abusos de quienes llegaron al poder el 18 de octubre de 1945 y, como reacción, cometió el error de avalar el golpe militar del 24 de noviembre de 1948, con un discurso de Rafael Caldera similar al que pronunció cuando el golpe de Chávez y con un comunicado justificando la asonada militar. Por cierto que URD cometió el mismo pecado.
Después de muchos años de lucha aprendió la lección y en 1958 firmó el Pacto de Puntofijo que le dio estabilidad a una democracia imperfecta, pero perfectible, en la cual compartió parcialmente el poder con Acción Democrática. Caldera hizo un primer gobierno con aciertos y errores, pero en su afán de aspirar a la reelección presidencial le cerró el paso a la generación de relevo y terminó por separarse del partido que fundó para crear Convergencia. Logró su objetivo de regresar a Miraflores, pero hirió gravemente a su partido original.
Hoy Convergencia no existe y Copei se volvió a dividir, esta vez por el proceder inadecuado de Eduardo Fernández, de Pedro Pablo Fernández y de otros.
Extraña la actitud de estos ciudadanos que sostienen que su Copei sacó casi un millón de votos en la elección del 2018 que nadie reconoce como válida y cuyas cifras infló el sumiso CNE. También que declaren que fue positivo que se lograra sacar la designación de la directiva del partido del ámbito judicial, cuando es evidente que Miguel Salazar y el resto fueron impuestos por el TSJ ilegítimo. Traemos esto a colación solo como ejemplo de algunas de las causas del desencanto del electorado.
Por otra parte, respetuosamente cabe sugerir que: Acción Democrática evalúe dar paso a una nueva generación; Primero Justicia y Voluntad Popular discutan posibilidad de fusionarse; Copei dirima sus diferencias y partidos pequeños que cuentan con buenos dirigentes pero con pocos militantes se unan con organizaciones afines. Lamentablemente, dirigentes de otros partidos que en el pasado fueron reconocidos por su vocación democrática decidieron cohabitar con el régimen y fundaron nanopartidos con ofertas engañosas de cambios, soluciones y progreso, y el MAS sigue bailando al son que le toquen. Sin embargo entendamos que son los menos y deben ser marginados
El caso de los diputados corruptos es solo la consecuencia de no hacer una selección estricta de los candidatos, sin embargo siempre se filtrará alguien sin principios, ni valores. Evidentemente tipos como Parra, Brito y otros no fueron seleccionados por su formación política, ni por tener una trayectoria cívica. Vendrá una nueva elección de diputados y ojalá los partidos identifiquen buenos candidatos entre sus filas y entre los independientes. Por lo pronto es evidente que, con esas excepciones, nuestros diputados siguen en la lucha por la democracia y que los corruptos son un grupo pequeño.
Como (había) en botica: El interés de Maduro con el intento fallido de tomar por asalto la Asamblea Nacional era para darle a Rusia y China cierta seguridad de que los contratos petroleros que firmen fuesen legales. El derribo de un avión con 176 personas a bordo por parte del régimen teocrático de Irán ocasionó la pérdida de numerosos ciudadanos canadienses o residentes en ese país, casi todos jóvenes profesionales o estudiantes. Lamentablemente la esgrimista Alejandra Benítez está cosechando lo que sembró ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!