Mascotas abandonadas disfrutan banquete de Navidad en Nicaragua
Managua, 24 dic (EFE) / Wilder Pérez R..- Hace unos meses estaban abandonados y enfermos. Algunos de ellos tirados en caños o a punto de morir, pero este martes es un día especial para 58 mascotas, 40 perros y 18 gatos, que asisten a un banquete preparado especialmente para ellos, con motivo de Navidad.
Puede que ninguno sepa qué celebran los humanos en Navidad. Si pudieran hablar en esta fecha tal vez preguntarían si el Niño Jesús tuvo mascota. Pero de lo que no tienen duda es que se trata de un día especial.
«Ellos saben que (el banquete) es para ellos, porque desde la mañana que estamos cociendo el pollo, todos están esperando», afirma a EFE Ilse Díaz, la fundadora y directora Organización Nicaragüense Ambiental, que rescata perros y gatos abandonados.
«Arroz a la valenciana»
El banquete consiste en «arroz a la valenciana», una versión local de paella sin mariscos, muy popular en las fiestas de cumpleaños de los nicaragüenses.
Y por lo visto también es popular entre las mascotas. Panchito, que no puede mover sus piernas traseras, se muestra tan inquieto que su discapacidad no se nota de inmediato. Y Esperanza, la que siempre se niega a irse en adopción, tiene cara de que permanecer en el refugio vale la pena ocasiones como esta.
«Queremos compartir un momento de alegría con ellos. Son animales que han sufrido, que tienen historias, que han recibido maltrato, que fueron abandonados por sus familias. Y muchos de ellos siguen sin conseguir un hogar», comenta Díaz.
La olla donde se prepara el banquete cuece el «arroz a la valenciana» en un fogón instalado de forma improvisada en el suelo, y por improbable que parezca, los inquietos comensales no atentan contra el proceso.
La cena
Peluchín y Drago lucen especialmente impacientes. Rodean la olla y merodean la mesa donde todo se prepara, pero de inmediato aparece la pitbull Betty para poner todo en orden. Ni siquiera el macho alfa, Junior, se atreve a contestar los ladridos de la dama, ubicada a veces entre la manada y la comida.
Conseguir 40 libras de carne de pollo, 40 de arroz, 10 de embutidos, y otros ingredientes del «arroz a la valenciana» no es fácil para una organización que depende de donaciones. Pero la caridad no faltó.
«Pusimos en las redes (sociales) puntos de recepción de donaciones desde hace una semana, (…) entonces la personas, entre todos, logramos conseguir», afirma Díaz.
Al momento de la cena, servida a media tarde de la víspera de Navidad, los perros vuelven a sorprender. Como poseídos por el «espíritu navideño», no pelean por el plato ajeno, algunos incluso ceden su comida y se estiran satisfechos en el suelo al sentirse saciados.
El comportamiento «educado» de los perros hacen que los pocos voluntarios respiren aliviados.
Los inalterables
Con los gatos la historia es diferente. A sabiendas de que tarde o temprano será servida, la «Faraona», una gata cuya dueña partió para España huyendo de la crisis sociopolítica de Nicaragua, se pasea altiva, y Álvaro, el felino más hermoso de todos, siempre tiene tiempo para posar cuando ve una cámara.
Ambos gatos viven en libertad porque nunca encontraron otro hogar, pero los recién llegados comen felices dentro de sus jaulas. Y finalmente está Lucito, el perrito que inspiró la creación de la Organización Nicaragüense Ambiental.
En esta cena navideña no hay una mesa, porque todas las mascotas comparten el suelo, tampoco suena «Noche de paz», pero el cantar de los pájaros inunda el ambiente, y los invitados no esperan regalo porque ya lo tienen: una vida rodeada de amigos, amor y cuido, que no conocían antes.
Estos perros y gatos nunca sabrán si el Niño Jesús tuvo mascotas, pero después de llevar una vida sufrida, pueden dormir tan a gusto como el bebé en aquel pesebre. EFE
Leyenda de la imagen: Managua (Nicaragua), 24/12/2019. «Panchito» antes del banquete navideño, este martes en la sede del Hogar Lucito, en Managua (Nicaragua). EFE/Alberto González