España responde con reciprocidad y expulsa a 3 diplomáticos bolivianos
El gobierno español decidió responder con reciprocidad a la medida tomada por el gobierno interino de Bolivia y decidió expulsar a tres diplomáticos bolivianos acreditados en Madrid, informó el periódico El País.
España reaccionó inicialmente con sorpresa ante el incidente diplomático. Ni el presidente en funciones, Pedro Sánchez, ni la ministra de Defensa, Margarita Robles, encargada interinamente de la cartera de Exteriores, tenían noticia de la visita de los dos diplomáticos españoles a la Embajada mexicana en La Paz. Se enteraron cuando llegó a Madrid la noticia que los geos estaban siendo acosados por policías y civiles, que zarandearon y golpearon sus vehículos con matrícula diplomática, y no les dejaban acceder a la legación mexicana para recoger a los funcionarios españoles. Por eso, su reacción inicial fue emitir una escueta nota, ya en la madrugada del sábado, en la que se anunciaba la apertura de una «investigación» interna sobre lo sucedido, acota el medio.
Jeanine Añez aludía al incidente que se produjo el pasado viernes en la entrada de la Embajada de México en La Paz, a donde la encargada de Negocios y el cónsul español acudieron, escoltados por cuatro miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía, por invitación de la embajadora mexicana. Cuando los agentes españoles se disponían a recoger a los dos funcionarios de Exteriores, los policías bolivianos que mantienen rodeada la Embajada mexicana les impidieron el paso y un grupo de civiles comenzó a increparles y a golpear y zarandear sus vehículos, con matrícula diplomática. Al advertir que los estaban grabando y fotografiando, los geo se cubrieron el rostro para evitar ser identificados.
Solo horas después, cuando fue tomando cuerpo en Bolivia la acusación de que la Embajada española estaba implicada en una supuesta operación clandestina, Exteriores difundió un nuevo comunicado en el que aclaraba que la visita de los dos diplomáticos a la Embajada mexicana en La Paz «era exclusivamente de cortesía» y negaba «rotundamente que pudiera tener como objeto facilitar la salida de las personas que se encuentran asiladas en aquellas dependencias».
La aclaración no pareció convencer a las autoridades bolivianas. Fuentes gubernamentales españolas atribuyen la escalada a una «sobreactuación» interesada del Gobierno de Jenine Áñez, que está ulilizando el incidente para buscar el respaldo de la población envolviédose en la bandera nacionalista frente a un supuesto «colonialismo español». La presidenta interina, que ostentaba la segunda vicepresidencia del Senado, se hizo con el poder el pasado 10 de noviembre, tras la dimisión del presidente Evo Morales por la falta de respaldo de la Policía y las Fuerzas Armadas y ante la graves sospechas de fraude en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de octubre. La UE apoyó inicialmente la «solución institucional» que representaba Añez ante el vacío de poder, pero con el compromiso de ir a unas elecciones que aún no se han convocado.
Los cuatro policías españoles cuya expulsión ha decretado ahora el Gobierno boliviano, junto a otros dos más, llegaron a la Paz el 14 de noviembre, cuatro días después de la dimisión de Morales y en medio de unas protestas que dejaron un saldo de 29 muertos. Estaba previsto que los agentes regresaran a España el pasado sábado, pero el incidente del día anterior ante la Embajada mexicana llevó a Interior a aplazar su regreso.
Con información de El País.