El viacrucis del preso político Jorge Alayeto Bigott

En Venezuela existen 388 presos políticos, según el Foro Penal. Este 24 de diciembre, su director, Alfredo Romero, pidió a los venezolanos no olvidarnos de ellos y hoy ND da a conocer la historia de uno de los casos menos conocidos, el de Jorge Alayeto Bigott.

Alayeto es un civil enjuiciado en un tribunal militar. Un padre de familia que no pudo estar presente en el nacimiento del menor de sus hijos ni tampoco en el sepelio de su madre.

A éste lo señalan de presuntamente estar involucrado en el asalto al Fuerte Paramacay liderado por el ex capitán de la GNB, Juan Carlos Caguaripano, de donde fue sustraído un lote de armas. Lo imputan por los delitos de traición a la patria, ataque al centinela, rebelión militar y sustracción de los efectos de la guardia de las fuerzas armadas nacionales.

A continuación, en exclusiva para ND, el relato del viacrucis de Jorge Alayeto Bigott, contado por su esposa Yanelly Sandoval:

¿Cómo y cuándo fue su detención?

Eso fue el 6 de agosto del 2017 a las 7 de la noche. En una pista de motocross que queda justo detrás de la Hacienda San Luis (Tocuyito, estado Carabobo). Llegó una comisión grande de la Dgcim sin orden de allanamiento, fuertemente armados y encapuchados. Sometieron a todo el mundo incluyendo a los obreros y causaron todo tipo de destrozos buscando a mi esposo y el armamento.

A él le dijeron que había un problema en la casa y que estaba la policía. Arrancamos en el carro hasta la casa y a lo lejos vemos a unos tipos que iban en carro y otros a pie y empezaron a dispararnos con armas largas. Mi esposo detiene la camioneta y nos bajamos del carro con las manos arriba, como los propios delincuentes.

Allí un funcionario de la Dgcim le pregunta a mi esposo que si ‘no sabe qué pasó ayer’. Él le dice que no sabe nada, que estaba en su casa y allí es que le dicen que estaba detenido y se lo llevaron. En ese mismo instante le dicen que irían a la casa. Yo les dije que tenía a mi hija allí y que no me iría sin mi hija y 7 Dgcim me escoltaron. Nos montaron en la camioneta y nos llevaron a la casa. Causaron muchos destrozos y se llevaron muchas cosas.

¿Qué se llevaron de la casa?

Dinero, prendas y todo lo que era de valor. Se llevaron bolívares, dólares, pasaportes, lentes, unos playstation, computadoras, tablets, el dron de mi esposo, los celulares míos, de mi suegra, de los obreros a quienes sometieron y tiraron al piso. No dejaban de preguntar por las armas. Por supuesto nadie sabía nada de eso. No había armas en la casa y a mi esposo se lo llevan a la parte de atrás a un salón que se suele alquilar para que la gente haga reuniones allí.

Luego a él lo montan en una patrulla. Nos dan un reloj suyo y cinco funcionarios se llevan nuestra camioneta alegando que es evidencia, y le digo ‘¿evidencia de qué? porque tengo que buscar un abogado para saber dónde está mi esposo’, a lo que uno de los funcionarios me dice que ‘no me ponga histérica’ y que ‘tenga suerte buscando si es que lo llego a encontrar’. Y se la llevaron con todo lo que había dentro.

¿Y nunca la devolvieron?

No. De hecho, la camioneta se la robaron. La carga un efectivo de la Dgcim que la puso a su nombre cuando al haber sido incautada en un procedimiento debería estar guardada o en cadena de custodia.

¿Lo denunciaron?

Claro. Se denunció en primera instancia a los dos días por parte de mí cuñada que también es abogada y porque también se llevaron detenido a su sobrino por el mismo caso pero a él lo liberaron a los 7 días. Ella tuvo que irse del país en octubre de 2018 luego de recibir amenazas telefónicas tras haber interpuesto esa denuncia.

La camioneta se pudo ubicar un día en plena vía en junio de 2018 y la seguimos hasta Palotal. Una urbanización donde al parecer vive un familiar del Dgcim que tiene la camioneta. Luego pusimos la solicitud ante la policía municipal de Valencia. Ellos fueron hasta allá pero él no salió a dar la cara.

¿Dónde estuvo detenido su esposo?

Primero en la Dgcim de Caracas, y cuando querían información lo llevaban a Valencia. Él estuvo de Valencia a Caracas durante tres semanas hasta que lo trasladaron a Ramo Verde en septiembre de 2017.

¿Sufrió torturas en su detención?

Más que todo golpes. Siempre estuvo esposado de modo que las esposas se le enterraban en las muñecas. No le daban de comer y durante un tiempo le tiraban la comida en el piso. Más que todo tratos crueles y siempre amenazaban con hacerle algo a la familia.

En Ramo Verde como tal no recibió torturas, aunque en un principio a él y a todos los de esa causa los hacinaron y no los dejaban salir. Así estuvieron muchos meses. Los sacaban una hora a la semana para tomarles fotos y demostrar que estaban bien, les dejaban tomar sol y los volvían a meter.

Sin embargo, La Dgcim ha irrumpido en Ramo Verde. Hubo dos veces que fueron y en una ocasión tomaron a los muchachos de su grupo y tiraron bombas en las celdas. Les metieron unos perros. Les cayeron a golpes. Roban comida, ropa. Ellos van para allá a hacer desastres. Si no les parece algo los golpean y hacen lo que les da la gana.

Eso ha pasado en dos oportunidades.

¿Cómo ha sido su juicio?

El caso de él lo tienen tribunales militares (Tribunal Militar Tercero De Control), pero pasó más de un año para hacer la audiencia preliminar y allí dictaminaron que todos pasarían a juicio con los mismos cuatro cargos sin derecho a presentar pruebas.

¿Sin derecho a presentar pruebas?

Sí. Exacto. El fiscal es el que presentará las pruebas. Eso está en el expediente (N°TM3-101-2017 en tribunales y FM3-066-2017 en fiscalía) y se hizo una apelación a eso y fue rechazada. ¿Cómo te van hacer un juicio en el que te dicen que no tienes derecho a defenderte? Pasó más de un año y no le han hecho juicio. Lo han ido difiriendo y ya se cumplieron dos años y al cumplirse dos años si no se le ha hecho el juicio por el motivo que sea deben darte libertad hasta que tengan como hacer ese juicio y como éste es un país sin ley mi esposo sigue donde está.

A él lo presentan el 18 de agosto de 2017. Su audiencia preliminar fue un año después. Pasaron dos años y medio y ni la apertura del juicio han hecho, tanto que los detenidos por el incidente del dron llevan 8 audiencias de juicio y mi esposo cuyo caso es de un año antes no le han hecho el juicio.

¿En qué fundamenta la fiscalía militar el caso?

A él lo detienen el 6 de agosto. ¿Qué pasa? Que se lo llevan ese día y pongo la denuncia de su secuestro el 9 de agosto incluyendo lo del carro y lo que hicieron en la casa junto a mi suegra. Hay dos denuncias y a los días es que vienen con una orden de allanamiento, y encima de todo el reporte policial inicial no dice que se lo llevaron el 6 de agosto en la pista de motocross frente a 200 personas, sino en la carretera vieja de Tocuyito con la camioneta y allí encontraron unos cargadores y panfletos y encima los presentan el 18.

¿Cómo es que te lo llevas detenido dos semanas antes, presentas que supuestamente lo detuviste en su camioneta y que por cierto está denunciada como robada días antes? ¿Tenemos esa denuncia de constancia y dice que lo detuvieron en su camioneta una semana después? Mentira porque la camioneta se la llevaron el 6 de agosto.

Mi esposo siempre ha sido totalmente apolítico. Ha sido deportista. Todos lo conocen como eso o porque estaba en su casa. Nunca en marchas y jamás militó en ningún partido ni antes de Chávez ni ahora.

¿Qué sucedió con la hacienda?

Cuando se anunció su detención, el director del Sebin, Gustavo González López, anunció que la misma fue incautada.

Actualmente la hacienda ha sido tomada por comunas, milicianos. Para sembrar, pero esos terrenos vienen de cuando los abuelos de Jorge, que son los Bigott, llegaron a Venezuela.

A los días que se llevan a Jorge nos dicen que tomarían las instalaciones porque y que el Gobierno lo había expropiado y nos teníamos que ir de allí. De hecho todos nos fuimos. Sacamos lo que pudimos y se quedaron muchos meses y tras muchas denuncias de mi suegro ellos se fueron pero ya se habían robado absolutamente todo.

¿Le han negado las visitas?

En un principio las niegan porque deben pasar un periodo de adaptación. Llegué a ir embarazada a verlo. Estaba embarazada cuando lo detuvieron. Me enteré después y no pude decirle de mi embarazo hasta que pude verlo en Ramo Verde que ya tenía más de un mes. He ido a visitarlo con mis hijos y cuando mi hijo menor nació lo llevé para que lo conociera.

¿Ha ido a instancias internacionales?

Puse una denuncia formal ante la ONU en Caracas de forma individual. Me recibió un representante de la ONU. He insistido hasta más no poder. Recientemente funcionarios de la ONU hablaron con mi esposo en Ramo Verde y le preguntaron si quería que su caso fuese público porque obviamente hay una violación a DDHH además de las torturas, el robo del que fuimos víctimas, el daño a nuestra familia. Él tiene derecho a juicio y adicional a eso, él tiene nacionalidad española, la embajada y el cónsul ha ido a visitarlo en varias oportunidades.

Se han tratado de hacer muchas cosas pero es un mundo muy sucio. Siempre te dicen que no hay juicio si la orden no viene de arriba ni nada si no viene de arriba. Entonces es difícil manejarse en ese mundo.

¿Cómo está su salud y su estado de ánimo?

He tratado de hablar con el presidente de la corte marcial. Pedimos una medida humanitaria por salud y se la negaron

A raíz de las torturas perdió una operación y se le desplazo la clavícula del hombro derecho. Sufrió de cólicos nefríticos e infección en los riñones. No hay medicinas para la atención medica que requiere. En varias ocasiones fue trasladado al hospital militar. Fue evaluado pero ellos no tienen los equipos ni la tecnología para hacerle una operación en el hombro. El hueso se le volvió a soltar por la falta de tratamiento y lo tiene salido hacia arriba.

También ha sufrido problemas estomacales aunque me he encargado de llevarle las medicinas que necesite para que se mantenga bien.

Y sufre de depresión. Su madre falleció en febrero de este año y como está detenido no pudo ir al sepelio. Hemos perdido mucho pero más él.